Los hay ingeniosos y traviesos

Usted está aquí

Los hay ingeniosos y traviesos

Ramón Durón Ruiz, que de Dios goce, fue uno de los mejores folcloristas de México. Siguió la huella del coahuilense Armando Jiménez, autor de la extraordinaria obra “Picardía Mexicana”, libro que es ya un clásico, obligada obra de consulta hasta para eruditos como Camilo Cosé Cela, ganador del Premio Nobel de Literatura, quien en su gran “Diccionario Erótico” lo cita a cada paso.
En su libro “El Club Webberson y las Tretas de Treto”, Ramón recogió una sabrosa serie de apodos de personajes pertenecientes a la vida política de Tamaulipas. Conocer esos remoquetes es confirmar una vez más la riqueza del ingenio popular, capaz de crear esplendentes joyas de humor e inteligencia. Consideremos, si no, algunos de esos sobrenombres:

“El Rib Eye”. Le pusieron es mote a un político que después de vivir cuarenta años en el presupuesto, de pronto se quedó sin hueso.

“El Crimen Perfecto”. Así es apodado un individuo de tez sumamente oscura. Lo llaman así porque nunca seha podido aclarar.

“El Playboy”. Tal apodo se lo pusieron a un sujeto de amplio y prominente nalgatorio. Le dicen “El Playboy” porque sube mucha nalga a su carro.

"El Niño Aplicado”. Así llamaban a un cierto Director de Obras Públicas de Tamaulipas que sacaba puros dieces. Es decir, en cada contrato pedía el 10 por ciento para él.

“El Soriana”. Así le decían a un individuo moreno y muy chaparro, “El Soriana”, porque no era ni Blanco ni Gigante.

“El Salario Mínimo”. Tal era el mote de un alcalde. No servía para nada.

“La Campana”. Con tal apodo era conocido uno de esos políticos “todólogos”, es decir, bueno lo mismo para un barrido que para un fregado. Cada vez que un puesto quedaba vacante, él sonaba.
“La Super 7”. Ese apodo correspondía a una cierta muchacha de dudosa fama, y muy activa en su actividad: las 24 horas estaba abierta.

“Los Ángeles de Charlie”. Según Ramón ese apodo recibieron Luis Donaldo Colosio y Francisco Ruiz Massieu.  Nunca he entendido la razón de ese mote. Al parecer,me dice alguien, un tal Charlie los convirtió en ángeles.

Ramón Durón Ruiz, que de Dios goce, fue uno de los mejores folcloristas de México. Siguió la huella del coahuilense Armando Jiménez, autor de la extraordinaria obra “Picardía Mexicana”, libro que es ya un clásico, obligada obra de consulta hasta para eruditos como Camilo Cosé Cela, ganador del Premio Nobel de Literatura, quien en su gran “Diccionario Erótico” lo cita a cada paso.

En su libro “El Club Webberson y las Tretas de Treto”, Ramón recogió una sabrosa serie de apodos de personajes pertenecientes a la vida política de Tamaulipas. Conocer esos remoquetes es confirmar una vez más la riqueza del ingenio popular, capaz de crear esplendentes joyas de humor e inteligencia. Consideremos, si no, algunos de esos sobrenombres:
“El Rib Eye”. Le pusieron es mote a un político que después de  vivir cuarenta años en el presupuesto, de pronto se quedó sin hueso. 

“El Crimen Perfecto”. Así es apodado un individuo de tez sumamente oscura. Lo llaman así porque nunca seha podido aclarar.

“El Playboy”. Tal apodo se lo pusieron a un sujeto de amplio y prominente nalgatorio. Le dicen “El Playboy” porque sube mucha nalga a su carro.

“El Niño Aplicado”. Así llamaban a un cierto Director de Obras Públicas de Tamaulipas que sacaba puros dieces. Es decir, en cada contrato pedía el 10 por ciento para él.

“El Soriana”. Así le decían a un individuo moreno y muy chaparro, “El Soriana”, porque no era ni Blanco ni Gigante.

“El Salario Mínimo”. Tal era el mote de un alcalde. No servía para nada.

“La Campana”. Con tal apodo era conocido uno de esos políticos “todólogos”, es decir, bueno lo mismo para un barrido que para un fregado. Cada vez que un puesto quedaba vacante, él sonaba.

“La Super 7”. Ese apodo correspondía a una cierta muchacha de dudosa fama, y muy activa en su actividad: las 24 horas estaba abierta.

“Los Ángeles de Charlie”. Según Ramón ese apodo recibieron Luis Donaldo Colosio y Francisco Ruiz Massieu.  Nunca he entendido la razón de ese mote. Al parecer,me dice alguien, un tal Charlie los convirtió en ángeles.