El panorama electoral está más que dibujado.

En el PRI, las reglas simularon democracia escondiendo beneficios para quienes son élite. 

Dicen que alguno se prestó a la pantomima y se registró como aspirante: hacerle gordo el caldo a quien, desde siempre y según se ha dicho hasta en las posadas navideñas, se le ha puesto la mesa desde el Gobierno Estatal y su estructura. Casi todos no tienen de otra más que apechugar, que de aire no se come: buena cara en la inscripción del ungido, para salir en la foto. La decisión de quien podía dar honorable batalla, Senadora ella, finalmente fue la de esperar mejores tiempos.

En el PAN, las reglas simularon democracia escondiendo beneficios para quienes son élite. 

Lo escrito repite, pero no hay error. En la forma, los procedimientos para llegar al candidato pueden variar entre PRI y PAN; pero en el fondo son lo mismo. Y en esta afirmación no voy solo: el único aspirante panista que ha sido oposición fuera de tiempos electorales, Senador él, así lo dijo. Lo dejaron vestido y alborotado; le hicieron una carta avalando el procedimiento, firmada por los involucrados, dejándolo solo. 

Entre lo reciente, una coalición opositora. Apuntalan al candidato del PAN otros cuatros partidos. ¿Podrán llegar a la jornada sin traiciones, sin protagonismos, ofreciendo una verdadera alternativa? No perdamos de vista al PRD. 

Total que de las fuerzas punteras en Coahuila, el elector sólo tiene entre quien defiende la tesis de “darle la vuelta a la página” en el tema de la deuda o quien ya se probó como candidato contra el sistema perdiendo de manera innombrable.

La clase política, por cierto, habrá llegado a la conclusión de que es el turno de La Laguna. Ahí el único acuerdo aparente… ¿o habrá otros? La referencia obligada será cómo se administró Torreón y quién tiene peores compañías.
Quedan, en la agenda, algunos pendientes.

¿Qué sucederá con el ex-Gobernador que quiere ser diputado? Después de un cierre tenso del año pasado, poco o nada se ha sabido ya ahora cuando las piezas comienzan a acomodarse en el tablero. ¿Será que se prefirió el mal arreglo sobre una buena pelea? ¿Saldrá del PRI?

Los que todavía son Gobierno viven bajo la sombra de las empresas “fantasma”. El asunto no se aclara ni se resuelve. La prensa regresa semanalmente y, en una de esas, se cuartea. 

O se cuartea frente a la clase empresarial que desde hace rato se ha manifestado insatisfecha. En algunos casos, hasta a título personal y por video en redes sociales, han levantado la voz contra quien todavía se hace llamar Gobernador.

Quienes optaron por la candidatura sin partido andarán recabando firmas. Juntar las suficientes no es tarea sencilla, por lo que más de uno podría quedarse en esta etapa. Incluso juntando buen número, habrá que pasar los filtros en un procedimiento que se ha estado ajustando conforme se acumula experiencia.

Tampoco se ha sabido más de algunos servidores públicos que renunciaron o pidieron licencia con tiempo suficiente como para ser considerados en alguna candidatura. Esto incluye a quienes despachaban en organismos que, al menos en el membrete, son autónomos al Gobierno. ¿Será que veremos esos nombres en campaña revelando su verdadera naturaleza? ¿O estarán más como para una posición plurinominal? 

Lo electoral satura. Pero de ahí provienen los tomadores de decisiones, quienes reparten el pastel. Ni hablar. A no enfadarse. Nada de abstencionismo o votos en blanco, que eso en nada ayuda.

@victorspena