ESTIMADA ANA:
Tengo 27 años y soy homosexual. Ojalá no se incomode nadie, pero es que desde hace algunos meses traía la inquietud de escribirle y no me atrevía, hasta que vi que otros lo hicieron, sin importarles el qué dirán, algo que ocurre mucho en Saltillo.

Mi pareja es mayor que yo siete años y estamos juntos desde hace más de tres. Lo conocí en la oficina y meses después de tratarnos, decidimos comenzar algo, claro, después de que finalmente se divorció de su esposa. Sí, él estuvo casado algunos años, incluso tiene dos niños, pero me dijo que entre más pasaba el tiempo, más se daba cuenta de sus gustos e inclinaciones y no quiso seguir engañándola, fue honesto y le propuso el divorcio.

No lo pensó, fue valiente y se enfrentó, primero a su esposa, a sus hijos y después al resto de su familia. Ya vivimos juntos y somos tan felices, que hasta miedo me da tanta dicha en mi vida, de verdad. Hay días en que creo que todo lo que estoy viviendo es un sueño y que no me merezco tanta felicidad.

Pero ocurre un detalle, como en todo, que seguramente para muchos es normal. Resulta que cuando a mi me invitan amigas o amigos a salir y que él por cuestiones de trabajo no puede, me dice que vaya, que no hay problema, que me divierta, que disfrute el evento y cosas así.

O sea, cómo le explico Ana, a veces esa actitud solo me hace pensar en que no me quiere, que no le importa si voy o vengo o con quien salgo, o sea, en resumidas cuentas, no es celoso. Yo, en cambio, siempre lo he sido, me gusta saber a dónde y con quién va, qué van a hacer y si es posible, hasta voy con él a donde vaya, quiero estar todo el día con él si es posible, no quiero separarme un solo segundo, tengo miedo que se vaya a fijar en alguien más y me deje.

Y ya se lo he dicho varias veces y en vez de enojarse, se ríe, me dice que no sea tonto, que si está conmigo es porque realmente me quiere y que ya me lo demostró de muchas formas y que simplemente quiere que me divierta, que no es justo para mi que me quede encerrado solo porque él tiene mucho trabajo.

Ay, estoy muy indeciso, ya no sé ni qué pensar Ana, usted cómo cree que yo debo de reaccionar ante esa “indiferencia”, a ante esa falta de celos en esta relación. 

PETER
 

ESTIMADO PETER:
Eso que tu estás pensando, concluir que si no te cela, no te quiere, es a estas alturas de la vida, solo un mito, créeme y en lugar de fortalecer la relación, puede dar lugar a muchos problemas, falta de confianza, de comunicación que poco a poco irán desgastándola.

Hay personas que son así por naturaleza, confían ciegamente en la persona que aman y tienen la plena seguridad que son correspondidos de la misma manera, por lo tanto, no creo que debas de estar armando una tormenta en un vaso de agua solo porque acepta y además te incita a que salgas a divertirte con tu grupo de amigas o amigos cuando para él es imposible salir.

Te aseguro que ya son contados los que hacen eso, pues ante cada vez más casos de infidelidad, no solo en parejas del mismo sexo, sino en las heterosexuales también y en lugar de quejarte, deberías de valorar su forma de ser, tan seguro de sí mismo y quitando cualquier actitud egoísta de su parte.

Recuerda que las personas celosas solo demuestran miedos e inseguridades, así es que te recomiendo que aprendas un poquito de él, en ese sentido y le correspondas de la misma manera. tSi eso sucediera, su relación sería estable y con buenos cimientos, basados siempre en la confianza y en la seguridad en sí mismos.

ANA