Luego que la dirección de Medio Ambiente adquiriera el pasado 14 de febrero, un dinamómetro que permite el diagnóstico mecánico y electrónico mediante una prueba dinámica a la unidad motora, en un lapso de 30 segundos, el primero de marzo inicia la verificación obligatoria de vehículos particulares y al servicio de la administración pública, que circulen en el municipio.

Durante todo el mes, el proceso deberá realizarse en unidades cuyo número de placas termina en cero. Los autos que no cuentan con lámina, están obligados a la verificación vehicular de manera exclusiva, sólo durante el mes de marzo.

El costo para el público en general, es de 204 pesos por año. Al momento de acudir, debe presentar  los siguientes documentos:

Tarjeta de circulación
Factura o carta factura
Titulo (vehículos extranjeros)

En la revisión para vehículos al servicio de la administración pública, sólo se requiere la tarjeta de circulación a nombre de la dependencia oficial que representa. En este caso, el desembolso es semestral, por la cantidad de 150.46 pesos.

En ambas situaciones, el pago debe realizarse en la caja de Tesorería Municipal, habilitada en el Centro de Verificación Vehicular.

Este procedimiento se realiza con el fin de verificar que las emisiones de los humos y gases, derivadas de la combustión, estén dentro de las normas ambientales aplicables, además de confirmar que el vehículo esté libre de fugas de fluidos peligrosos al suelo, como aceite de motor, de transmisión automática o estándar, líquidos de enfriamiento o dirección hidráulica.

La dirección de Medio Ambiente emite una serie de recomendaciones, antes de presentar su vehículo a revisión:

Verifique que el sistema de escape esté libre de fugas u obstrucciones.
En unidades que usan como combustible, gas o gasolina, que no tengan emisiones de humo.
En vehículos que utilizan diésel como combustible, que no tengan emisiones de humo en color azul.

Revisar que mangueras, empaques, tapones, sellos y demás conexiones o tomas, estén libres de fugas y en buen estado.
 
La verificación se realiza de acuerdo a una prueba estática o de aceleración instantánea. La primera aplica en vehículos que utilizan gasolina o gas; la segunda, en unidades que emplean diésel.