ESTIMADA ANA:
Mi situación es tan difícil, que hoy en día solo quiero desahogarme, la vida y las autoridades han sido muy injustas conmigo y con mi hija también.
Hace tres años mi pareja y yo comenzamos un proceso de separación y en ese entonces nuestra hija tenía cuatro años. Él trabaja en una empresa de seguridad y por todos lados y ante todos aparenta ser buena persona.

Pero adentro de la casa era otra la situación, es un hombre grosero, mal hablado y sobre todo violento, me ha maltratado no solo física, sino psicológicamente también, al grado de tener que ir a algunas terapias psicológicas y psiquiátricas. Por lo mismo, su familia le ayudó para quitarme a mi hija, argumentando que yo estaba enferma y no podía cuidarla.

Desde que nació mi hija yo me dediqué a cuidarla, siempre me ocupé de todo sin queja alguna, tanto de mi hija, como de la casa y por supuesto de él, procurando que todo estuviera en orden y que no les faltara nada, aunque él me dijera que todo lo hacía mal.

Cuando empecé a hartarme de su trato y sus constantes infidelidades (en mi propia casa) cambié con él, pero al notar mi indiferencia se puso más agresivo, lo cual nos llevó a plantear la separación. Me dijo que me fuera a una casa de renta, pero como la casa es de los dos, no le hice caso. 

A partir de allí comenzó a acosarme día tras día para conseguir que me fuera. Cada uno contrató un abogado pero el que él contrató le aconsejó que quien obtuviera la custodia de la niña se quedaría con la casa.

De modo que le dio la vuelta a toda la situación y me dejó frente a todos como una madre despreocupada y violenta, recopiló papeles (que incomprensiblemente le firmaron) del colegio, del pediatra, y demás lugares, haciendo uso de habilidad para convencer a la gente fácilmente, demostrando que es capaz de llegar hasta donde sea para que le hagan un favor.

Cuando se llegó el día de una respuesta por parte de las autoridades, al juez solo le importaron los papeles falsos y mis argumentos no tuvieron validez. Después de muchas semanas de trámites y papeleo, me notificaron que me retiraban la custodia de mi hija, así sin motivos ni razón.

Sus argumentos fueron que esa era la resolución debido a “mi vida personal que me impide ocuparme de mi hija”. Por supuesto que no lo entendí y hasta ahora no lo acepto, pero tengo que hacer lo que el juez dictó y solo puedo verla una vez a la semana.

En fin, hoy la niña tiene ocho años y como era de esperarse, está mal, quiere estar conmigo y así compruebo que con lo que no va a poder nunca este sinvergüenza y los sinvergüenzas de su familia es con la naturaleza, la niña está unida hacia su madre como es lógico y lo malo es que yo no sé qué hacer, y no cuento con dinero para los abogados.

Aída.
 
ESTIMADA AÍDA:
Lamento mucho por la situación que estás pasando. Nadie en esta vida se imagina que pueda haber personas con tan malas intenciones hasta llegar al punto de separar a una hija de su madre.

Te aconsejo que busques ayuda legar de forma gratuita en alguna dependencia de gobierno, allí quizá a través de DIF estatal puedan orientarte para abrir el caso y buscar la manera de que recuperes a tu hija.

Gracias por recurrir a este espacio como una manera para desahogarte, sabes que aquí estamos siempre dispuestos para escucharte a ti y a quienes así lo deseen, nuestra intención es ayudar en lo posible a solucionar ese problema que tanto los aqueja, esperamos estarlo logrando. Saludos afectuosos.

ANA