‘Mi nariz: mi gran defecto’

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‘Mi nariz: mi gran defecto’

ESTIMADA ANA:
Hola, mi nombre es Ada y esta es mi historia: tengo una enorme nariz. Así es, el tamaño de mi nariz no me deja vivir en paz, he llegado a deprimirme y no querer salir por días ni siquiera de mi habitación.

Tengo 19 años y en la universidad no puedo estar tranquila porque pienso que todos me están viendo y se van a burlar de mí. Hasta ahora nunca ha sucedido, pero pienso que si no se burlan es porque ni siquiera se percatan de mi existencia, simplemente que soy un cero a la izquierda a donde quiera que voy.

A lo mejor suena un poco exagerado todo lo que le digo, pero así me siento. No me siento segura de mí misma y todo el tiempo me la paso tapándome la cara para que nadie me vea de perfil. Si me saco alguna selfie, busco la manera de que mi nariz no salga o aplico algunos trucos para que no se vea en la foto, pues literal, parece una nariz de bruja de cuento: horrible, grande y caída.

Si voy caminando por la calle o en la universidad, trato de que mi cabello cubra mi cara y así disimular un poco. Tengo un grupo de amigos cercanos que siempre me dicen que soy exagerada, que mi cara y mi nariz no son feas, que al contrario, tengo bonitas facciones, pero la verdad no les creo, siento que lo hacen por compromiso y hacerme sentir bien.

Mi nariz lo arruina todo, la odio cuando me veo al espejo y lloro mucho por eso. No tengo las posibilidades económicas para ir con un cirujano y por lo mismo me deprimo, necesito un consejo que me haga sentir mejor, gracias. 

ADA.
 
ESTIMADA ADA:
Lo primero que tengo qué decirte es que te quieras y te aceptes tal como eres. Sé que es probable que muchos te lo hayan dicho pero es lo más acertado, admira y enumera tus cualidades y deja de ver tus “defectos”.

Créeme que el tamaño de la nariz, la forma de los dedos o el color de piel, es lo que menos importa cuando se trata de un amor sincero.

Ocurre que cuando alguien está enamorado, deja de ver lo superficial y se concentra en el interior del otro, en sus cualidades y en su forma de ser y ver la vida.

Deja de cubrirte el rostro, deja de caminar bajando la mirada, deja de pensar que nadie se fijará en ti; comienza a quererte y a admirarte tal cual eres, camina con la frente en alto orgullosa de quien eres, da pasos tan firmes que te permitan escuchar que eres fuerte, que un comentario o una mirada no te harán sentir mal jamás, porque eres un ser valioso y lleno de vida y por ese hecho, mereces la felicidad completa. Ánimo, un abrazo. 

ANA
 
ESTIMADA ANA:
Soy una mujer demasiado celosa. Cuando oigo que a mi marido le suena el celular me vuelvo loca, siempre quiero saber quién es y con quién chatea. Me muero de celos al pensar que es una mujer, solo pienso en que es alguien que me lo quiere quitar.

Él no me da motivos para actuar así, de hecho siempre me dice que me ama y es cariñoso en todo momento, pero no puedo dejar de pensar así. Sé que necesito ayuda pero no tengo dinero para alguna consulta, pues perdí mi trabajo hace poco. 

ESTHELA
 
ESTIMADA ESTHELA:
Si no te da motivos para sentirte celosa, entonces ¿por qué actúas así? Te estás haciendo un daño enorme al fabricar historias y tejer telarañas en tu mente. Te recomiendo que dejes de hacerlo, no es nada bueno para tu salud mental.

Supongo que el estar sin empleo te está dañando en cierta forma. Busca algo que hacer, mantén tu mente ocupada y verás como cambiarán las cosas. Todo, absolutamente está en la mente, en cambiar nuestra actitud para ver lo que sucede a nuestro alrededor.

ANA