¿Mil obras más en Coahuila?; la realidad y los mitos oficiales

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¿Mil obras más en Coahuila?; la realidad y los mitos oficiales

En mayo de 2016 el Gobierno Estatal anunció el programa “En Coahuila 1000 obras más”, el cual  “simbólicamente puso en marcha Rubén Moreira” de acuerdo con el boletín oficial. Hasta aquí no habría inconveniente de no ser porque 570 de la lista, es decir el 57% del total, sencillamente no existían hasta el 12 de julio pasado de acuerdo con un reporte de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SEINT).

Se trata, como sucedió en 2014 con la iniciativa homónima “Mil obras para Coahuila” (diseccionada en este mismo espacio, dando por resultado que una de cada siete obras publicitadas en ese momento era un bebedero de agua), de una jornada en la que son convocados los burócratas del Estado, divididos por grupos, obligados a desplazarse al lugar de las inauguraciones, supervisiones o banderazos de inicio, o sencillamente invitados a compartir la información de los eventos en sus redes sociales para generar una impresión al difundir el mensaje: la de un Gobierno que construye, no sólo paga intereses a los bancos por la deuda pública; la de un Gobierno que cimienta, no sólo capotea los asuntos legales que le llegan de Texas; la de un Gobierno que plasma hechos tangibles, no sólo firma pactos intrascendentes o legisla sobre temas que no le representan dinero en lo inmediato.

Sin embargo, al analizar el documento de 38 páginas (en poder de quien esto escribe) que enlista las presuntas mil acciones emprendidas, resalta un detalle: casi seis de cada 10 no tienen contratista ya que “se encuentran en estatus de proyecto, o en proceso de licitación”, según el oficio SEINT/UT/225/2016, entregado hace cinco días.

En otras palabras: no existen. 

Otorgándoles el beneficio de la duda, tal vez haya la intención de realizarlas aunque nada concretamente. O bien, en el “mejor” de los casos, la SEINT mañosamente no transparenta los datos del prestador de servicios por el motivo que sea, y aquí se vale pensar mal. ¿Quién las está ejecutando entonces?, ¿se construyen solas?

Por si fuera poco la Secretaría de Infraestructura explica que “la información del programa puede sufrir modificaciones y/o cancelaciones por ajustes presupuestales”. Dicho de otra forma: las obras que sí existen, también pudieran volverse humo. Desaparecer en cualquier instante por falta de recursos.

Y si bien hay al menos una en cada uno de los 38 municipios, no todos recibieron la misma cantidad ni los mismos recursos.

El gran olvidado, por ejemplo, fue Allende (de nuevo en la agenda pública nacional gracias a lo que actualmente se ventila en los tribunales de San Antonio). Sólo 5 de las 1000 obras estimadas recalaron en el citado Municipio. En cambio Guerrero, que cuenta sólo con 2 mil 100 habitantes, fue favorecido con 28.

Destaca también el sesgo político en la asignación del presupuesto. Así el Alcalde priísta más cuestionado de Coahuila, Óscar Flores Lugo, de San Buenaventura, fue apuntalado por el Gobierno del Estado con 38 obras en su Municipio mientras que a Lenin Pérez Rivera, de Acuña, sólo le tocaron 31 pese a que gobierna seis veces más población, pero bajo las siglas de la UDC.

Por regiones, la más beneficiada, por mucho, fue La Laguna. Para dimensionar: entre Torreón, Matamoros, Francisco I. Madero, Viesca y San Pedro de las Colonias acapararon 310 obras, prácticamente una de cada tres, contra las 257 de la Región Sureste (Saltillo, Ramos Arizpe, Arteaga, General Cepeda y Parras).

Cortita y al pie

¿Y en general, qué incluye la bitácora?; ¿cientos de carreteras, puentes, autopistas, distribuidores viales acaso? 

No. Ni toneladas de concreto ni camionadas de asfalto. En el inventario predominan 413 obras (o cuatro de cada 10, visto de otra manera) que cuestan menos de un millón de pesos. El 41% del total.

La última y nos vamos

La publicidad es una cosa, la realidad otra muy diferente. En resumen: de mil obras proyectadas, 570 no existen y 430 pueden cancelarse. Usted dirá.

@luiscarlosplata