Mirador 03/11/16

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Mirador 03/11/16

Éstas eran dos líneas paralelas.

Las líneas paralelas, ya se sabe, no se juntan ni aunque se prolonguen hasta el infinito. Y vaya que para llegar al infinito esa prolongación tiene que prolongarse infinitamente.

 Sucedió, sin embargo, que las dos líneas paralelas se enamoraron una de la otra.

El amor, ya se sabe, es invencible.

Ni los geómetras lo pueden vencer.

Entonces las dos líneas paralelas se juntaron. Y no en el infinito, sino aquí y ahora. Míralas: ______________________________.  ¿Ves?

Ahora las dos líneas paralelas ya no son paralelas.

 Son una para la otra.

En eso consiste el amor: en ser el uno para el otro.

¿Recuerdas, amada mía, cuando tú y yo éramos líneas paralelas?

         ¡Hasta mañana!...