Usted está aquí
Mirador 04/10/16
Yo pecador.
Hay cosas de Jesús que no puedo entender.
Su maldición a la higuera…
Su ira y violencia contra los mercaderes...
Aquello de haber dicho: “Yo no tengo padres ni hermanos”…
En cambio a San Francisco de Asís siento que lo comprendo cabalmente, como a un amigo.
Entiendo su mansedumbre. Entiendo su pobreza. Entiendo su amor sin límites a todas las criaturas, incluso a las inanimadas: en Navidad untaba pan en las paredes; quería que ellas también participaran de la alegría por el Niño Dios.
Era santo y era poeta San Francisco. Eso es ser dos veces santo.
Si alguna vez, por la infinita misericordia divina, me veo en el Cielo, le daré primero un abrazo a Panchito y luego iré a presentarle mis respetos al Señor.
¡Hasta mañana!...