Usted está aquí
Mirador 09/03/16
Este amigo mío es un sabio. Dice:
—He aprendido que siempre podré hacer más dinero, pero nunca podré hacer más tiempo.
Y añade:
—He decidido entonces trabajar menos y vivir más. Trabajé mucho, y por lo mismo viví poco. Ahora voy a dedicarme a hacer lo que me gusta: vivir.
Está cumpliendo sobradamente su propósito: pasa mucho tiempo con su esposa, sus hijos y sus nietos; va al café con sus amigos; viaja; lee mucho; diariamente asiste a una función de cine (en su casa, con pantuflas); va a caminar al parque todas las mañanas; disfruta lo que come y más disfruta lo que bebe; oye música…
Y comenta:
—Algunos me dicen que estoy perdiendo el tiempo. Al contrario: lo estoy encontrando. Y me estoy encontrando yo. Antes hallaba tiempo para hallarme.
Lo dicho: este amigo mío es un sabio, aunque él no lo sepa.
¡Hasta mañana!....