Mirador 12/11/16

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Mirador 12/11/16

Según es bien sabido todos los triángulos tienen tres lados y tres ángulos.
Por eso se llaman así, triángulos.

Pues bien: yo conocí a un triángulo que tenía 32 lados y 149 ángulos.

La primera vez que lo vi no me pareció tan triángulo, y me atreví a decírselo.

–Claro que soy un triángulo –me contestó atufado–. Lo que sucede es que soy diferente a los demás. Tres lados y tres ángulos me parecieron pocos, y trabajé arduamente para tener más. Espero llegar a tener por lo menos mil lados y mil ángulos.

Me pareció que eso era demasiada ambición, pero guardé silencio. Quizás el triángulo advirtió mi desaprobación porque me dijo:

–¿No quiere usted que le pase un lado y algunos ángulos? Creo que le vendrían bien.

Le agradecí el ofrecimiento, mas no lo acepté. Siempre he sido un hombre de un solo lado y sin ningún ángulo.

¡Hasta mañana!...