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Mirador 13/02/16
La madre habló:
—No tienen vino.
Llamó el hombre a los novios y les dijo:
—Podría hacer un lindo milagro para ustedes, y convertir en vino el agua que llena esas tinajas. Pero eso sería darles el pez en vez de enseñarlos a pescar. Vamos a ver: ¿por qué no tienen vino? Eso indica que hubo en ustedes imprevisión y negligencia. Debieron calcular bien el número de invitados, y comprar el vino suficiente para ellos. Que esto les sirva de experiencia.
Los novios quedaron desolados. La madre se apenó:
—En verdad, muchachos, no reconozco a mi hijo. Él no es así: por sobre los dictados de la razón, y aún de la justicia, pone siempre el amor y la misericordia. Quizás ahora anda de de mal humor. Discúlpenlo.
¡Hasta mañana!...