Usted está aquí
Mirador 16/02/16
Se casaron la víspera del Día del Amor y la Amistad.
La suya fue una hermosa boda. No sólo las mamás de los novios la gozaron: los papás también.
A las 7 de la tarde del siguiente día los recién casados ocuparon la suite nupcial del hotel de playa donde pasarían su luna de miel.
A eso de las 11 de la noche ella le dijo a él:
No contestó el muchacho, y siguió en lo suyo.
A las 2 de la mañana ella volvió a preguntar:
—¿Lo hacemos ahora?
Tampoco en esta ocasión respondió él.
Cuando a las 5 de la madrugada brilló la primera luz del alba ella le preguntó otra vez con ansiedad:
—¿Lo hacemos ahora?
Con irritación inquirió él:
—Hacemos ¿qué?
Clamó ella, desesperada:
—¡Ya te lo dije! ¡Dormir!
¡Hasta mañana!...