Mirador 18/07/16

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Mirador 18/07/16

 Preguntó un discípulo a Hu-Ssong:
–Maestro: tengo un hijo. ¿Le debo dar todo lo que me pida?
–Ciertamente no –le respondió Hu-Ssong–. Te amará por el momento; te despreciará cuando no puedas darle más.
–Entonces le debo negar todo?
–Tampoco. Eres fuente de vida para tu hijo; esa fuente nunca debe estar seca para él.
–¿Qué debo hacer entonces? –quedó desconcertado el hombre.
Aconsejó Hu-Ssong:
–Niega a tu hijo lo que le cause daño; dale lo que le haga bien.
–¿Y cómo podré distinguir una cosa de la otra? –se preocupó el discípulo.
–¿Amas a tu hijo? –le preguntó Hu-Ssong.
–Naturalmente –dijo el hombre.
–Entonces no te preocupes –concluyó Hu-Ssong–. El amor te lo dirá.

¡Hasta mañana!...