Mirador 27/09/17

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Mirador 27/09/17

Variaciones opus 33 sobre el tema de Don Juan.

Por la noche Doña Inés se le aparece en sueños a Don Juan.

Lleva su hábito blanco de novicia; luce una corona de flores azulinas y muestra en la mano derecha la palma de los mártires.

Don Juan siente vergüenza al verla. No olvida que la sedujo con su untuosa labia de galán. Pero ella no le reprocha nada. Lo mira nada más. En silencio pone en su seductor una mirada de tristeza y de piedad.

Entonces Don Juan despierta, y el resto de la noche no puede ya dormir. Siente un remordimiento que le quema el alma igual que llama ardiente. En silencio le pide perdón a Doña Inés por haberle arrebatado la inocencia.

¡Qué diera el sevillano por volver a los días en que conoció a esa bellísima doncella! La habría hecho su esposa; con ella tendría hijos que les darían nietos; junto a ella habría llegado al fin del caminar. Pero eso, que pudo ser, no fue.

Ahora sabe Don Juan que Don Nadie es más feliz que él. Desgraciadamente, piensa al salir del sueño, lo aprendió demasiado tarde.

¡Hasta mañana!...