Mirador 31/12/17

Usted está aquí

Mirador 31/12/17

Soneto para decirse el día último del año.
Gracias, Señor, por todas mis mañanas
hechas de luz, y pájaros, y viento.
Por la estrella sin número y sin dueño
que hiciste por que yo la contemplara.

Por la cintura azul de las muchacha,
y por la frente blanca de los viejos,
y por el sueño con que a veces sueño,
y por mi cuerpo, gracias, y por mi alma.

Mucho me has dado a mí, que soy tan poco.
Hasta te diste Tú, nieve en el lodo.
¿Qué para ti, Señor, no dejas nada?

Gracia, pues, por mi mundo, niño y loco.
Y gracias por mi vida. Sobre todo,
gracias porque he aprendido a decir: “Gracias”.

¡Hasta mañana!...