Muestra Intergaláctica y cine revolucionario coahuilense

Usted está aquí

Muestra Intergaláctica y cine revolucionario coahuilense

Foto: Internet
Cortometrajes con sede en la sala más grande de cine de la ciudad.

Hablando del quehacer cinematográfico regional, hace justo una semana se dio la más reciente edición de la Muestra Intergaláctica de Cortometrajes con sede en la sala más grande de cine de la ciudad.

 El evento que año con año se va haciendo de más adeptos (en esta ocasión hubo casa llena) y que según sus bases “ … convoca a todas las criaturas creadoras audiovisuales de las Galaxias a someter sus producciones cinematográficas o videográficas …” en esta cuarta edición integró ocho historias de comedia, drama y suspenso, ficción y documental, realizados tanto por cineasta locales como nacionales y extranjeros. Muchas felicidades a los organizadores, el Centro Cultural C.A.S.A. Del 100 pies”, quienes en sus inicios si bien recibieron apoyo de la SEC a través de la Sala Emilio “Indio” Fernández para proyectar sus primeras ediciones, han ido encontrando apoyos de entidades privadas como Cinemex Plaza Real para expander sus actividades. Enhorabuena y que sigan los éxitos.

 Haciendo alusión al cineasta coahuilense Emilio “Indio” Fernández en cuyo honor se abrieron las puertas de la Sala que lleva su nombre en la administración cultural de la Lic. Rosa del Tepeyac Flores, vale la pena recordar después de este fin de semana en el que se cumplió un aniversario más de la Revolución Mexicana, quien es junto a su contemporáneo Fernando de Fuentes uno de los principales exponentes del género revolucionario en la historia fílmica nacional.

 Así, a Fernández se le recuerda por clásicos que giran alrededor del conflicto armado como lo son “Flor Silvestre” (1943); “Bugambilia” (1944) o “Enamorada” (1946), mientras que a De Fuentes se le recuerda por su célebre trilogía de la Revolución que formaron una década antes “El prisionero 13” (1933); “El compadre Mendoza” (1934) y su controversial “¡Vámonos con Pancho Villa!”, de 1936.

 Pero si a los inicios del cinematógrafo en México nos vamos, tomando en cuenta que fue durante el Porfiriato cuando se le dio entrada a la invención de los hermanos Lumiére gracias a la estrecha relación que a fines del siglo XIX se tenía con el gobierno de Francia, no es gratuito que gracias a documentales de los hermanos Alva, el ingeniero Salvador Toscano y otros más haya coahuilenses clave en este acontecimiento histórico que van de Francisco I. Madero a Venustiano Carranza fueron los primeros protagonistas oficiales de nuestro cine.

 Y eso no quedó ahí, porque poco después de instituirse el Acta Magna de nuestra Constitución de 1917 el 24 de Abril de aquel mismo año el presidente coahuilense Venustiano Carranza instauró por su parte la cátedra de cinematografía a nivel nacional; becó a mujeres cineastas como las veracruzanas hermanas Adriana y Dolores Elhers para especializarse en estudios cinematográficos y oficializó a la vez el apoyo durante su gestión como mandatario la realización de la primera película que mezcló realidad con ficción, “El automóvil gris” (Enrique Rosas, 1919) ya que contaba las tropelías de un grupo de bandoleros de la realidad que se hacían pasar por soldados carrancistas y al incluir escenas reales del fusilamiento para dar el mensaje de que no se podía infringir la ley sin pagar por ello.

 Para terminar, no podemos dejar de mencionar entre los cineastas coahuilenses más representativos del género de la revolución al nigropetense Mario Hernández, quien dio como guionista y después director al actor y cantante Antonio Aguilar interpretaciones memorables de Emiliano Zapata o Francisco Villa.

 

Comentarios a: tesse_69@hotmail.com