Desde que llegó el internet a transformar nuestras vidas, hemos tenido grandes ventajas muy concretas. Servicios en línea como hacer pagos, compras y ver televisión a la carta son ahora tan cotidianos que pareciera que los hemos hecho así siempre. Me parece increíble que ya nadie tenga mapas impresos para viajar por carretera: el famoso GPS los ha mandado a los museos. Por su parte, las redes sociales llegaron para cambiar radicalmente el modo en que nos relacionamos, para bien y para mal.

Esas redes sociales y las fuentes de información que hay en internet nos permiten estar informados en tiempo real y tener miles y miles de versiones de una misma noticia. Pero también podemos estar más desinformados que nunca o, lo que es peor, ser engañados con noticias falsas. Y no me refiero a las noticias que no le gustan al Presidente Calabaza, sino a mentiras descaradas como la que todos tuvimos en nuestros teléfonos inteligentes durante la semana que recién termina: la muerte de un actor y fisicoculturista muy conocido.

“Sylvester Gardenzio Stallone murió esta mañana temprano después de perder la batalla contra el cáncer de próstata que el actor mantenía en secreto.” Esto decía la macabra frase que podía leerse en varios portales de noticias de dudosa reputación y en los muros de Facebook de muchos incautos que no comprobaron la veracidad de la nota. Para “comprobar” el reporte de la muerte del actor estadounidense, lo acompañaban de algunas imágenes donde aparecía caracterizado para interpretar a un personaje enfermo y avejentado.

Con humor y un poco molesto, Sylvester Stallone respondió en sus propias redes sociales, publicando una captura de pantalla de esa noticia, acompañada de la frase en inglés: “¡Por favor, ignoren esta estupidez! Con vida, bien, feliz y saludable. ¡Todavía golpeando!” Ademas publicó un video en el que afirmaba que pronto daría un gran consejo: “Cómo alimentarte sanamente…¡cuando estás muerto!” Con un toque de humor negro el protagonista de Rocky aprovechó el momento para promocionarse en redes sociales obteniendo una gran respuesta por parte de sus admiradores y del público en general.

Sin embargo, independientemente de lo bien que Stallone resolvió el asunto, es muy importante que, todos y cada uno de los usuarios de internet, sepamos distinguir, filtrar y distribuír noticias verdaderas y relevantes. Cierto tipo de noticias falsas podrían traer consecuencias muy negativas si se presentan como verdaderas. El pánico colectivo que podría desatarse al anunciar sismos o desastres naturales que no ocurrieron, o la zozobra y depresión que a muchos podría causarles la muerte falsa de alguna figura mportante, sobre todo algun líder espiritual, podría traer consecuencias desastrosas.

Con 47 años de edad y arrastrando una serie de escándalos y desencuentros con sus admiradores, Luis Miguel ha regresado a los escenarios. Con el arranque de su gira ¡México por Siempre! en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, el cantante demostró que, si bien su conducta errática de los últimos tiempos había dejado perplejos a propios y extraños, en realidad es un profesional en lo que hace y tiene la capacidad de seguir ofreciendo un espectáculo correcto, a la altura de su trayectoria.

Sus nuevos asesores están haciendo un buen trabajo. Luis Miguel apareció más delgado, enfundado en uno de sus elegantísimos trajes negros, bronceado hasta decir basta y con una abundante cabellera que bien pudiera ser un nuevo y muy bien hecho injerto. Atrás quedaron el aspecto abotargado, el pelo aplastado al estilo de don Benito Juárez, así como la actitud desorientada y ausente. Y lo más importante: su voz lució impecable. Esperemos que el intérpete de Cuando calienta el sol siga por ese camino. Un excelente cantante nunca sale sobrando.