La presente campaña de la NFL ha sido de muchas sorpresas y la Semana 7 no fue diferente. Blanqueadas, palizas, finales cardiacos y “rompequinielas”, además de costosas lesiones en jugadores claves.

Patriots y Falcons protagonizaron la reedición del Superbowl LI, nuevamente fue una victoria para Nueva Inglaterra, pero esta vez el dominio fue total al mantener en cero al rival a lo largo de tres cuartos. Al final ganaron por 23-7.

La defensiva de los Pats mantuvo a raya a los Falcons de Matt Ryan y compañía, mientras que Brady dio otra acostumbrada actuación de calidad con par de envíos a zona de anotación.

De llamar la atención el “clásico” de la Conferencia Nacional entre Cowboys y 49ers, donde los de la Estrella Solitaria, de la mano de Ezekiel Elliott con sus 219 yardas y tres viajes a la zona de anotación —igualando su marca personal—, propinaron una paliza de 40-10 a los 49ers de San Francisco.

Dallas, con un inspirado Elliot que se mantiene en los emparrillados de la NFL al evitar nuevamente una suspensión por acusaciones de violencia doméstica, le pasó por encima a un maltrecho equipo de San Francisco que no conoce la victoria en la temporada.

Los Cowboys estropearon el estreno como titular del quarterback novato C.J. Beathard, quien fue capturado en cinco ocasiones, perdió dos balones y no logró que los 49ers cruzaran la zona de anotación rival hasta que él mismo anotó con una corrida cuando el partido ya estaba decidido en el último cuarto.

Por Dallas, Dez Bryant consiguió una recepción de anotación para empatar a Bob Hayes con 71 por la mayor cantidad en la historia de franquicia, haciendo de este partido uno redondo para los Cowboys que sumaron su tercera victoria de la campaña para dejar su porcentaje en .500.

Otro choque entre rivales directos, pero en la Americana, fue el de Steelers frente a los Bengals, el cual fue dominado por los de Pittsburgh, quienes vencieron 14-29.

Con esta victoria, Steelers se colocó con marca de 5-2 y toma ventaja sobre sus rivales en el Norte de la conferencia.

En tanto, fueron tres defensivas las que se lucieron este fin de semana: Rams, Jaguars y Chargers, quienes blanquearon a Cardinals (33-0) —Carson Palmer sufrió una fractura en el brazo izquierdo tras una dura tackleada—, Colts (27-0) y Broncos (21-0), respectivamente.

De hecho, para Denver fue la primera vez en 25 años que los dejaron sin puntos en el marcador y tuvo que ser en Los Ángeles —donde los Chargers ganan por primera vez—, pues la última ocasión había sido por 24-0 ante los Raiders en esa ciudad el 22 de noviembre de 1992.

Bills, Dolphins y Titans ganaron sus partidos por apenas un gol de campo, destacando el de Tennessee, quienes derrotaron a los Browns por 12-9 en tiempo extra, evitando por poco que Cleveland consiguiera su primera victoria de la campaña.

Miami, por su parte, vino de atrás y paró el vuelo de los Jets al ganarles 31-28 cuando parecía que los neoyorquinos darían otra sorpresa.

Un resultado inesperado que sí se completó, fue el triunfo de los Bears de Chicago por 17-3 ante las Pnathers de Cam Newton, quien volvió a tener una mala semana después de haber logrado actuaciones destacadas. Esta vez el QB de Carolina par de intercepciones y un fumble. 

Entre los triunffos y derrotas “presupuestadas” está la victoria de los Saints por 26-17 ante unos Packers que sin duda extrañarán a Aaron Rodgers; Seahawks voló con un 24-7 sobre unos Giants que tinen nulas esperanzas en la campaña; y los Vikings siguen haciendo un buen papel en la campaña, esta vez dieron cuenta sobre los Ravens al vencerlos 24-16. (Con información de ESPN y AP)