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‘No One’, el criticado episodio de GoT
Lo admito: “Game of Thrones” me ha traído nerviosa, incluso un tanto decepcionada. Y creo que la mayoría de la audiencia coincidirá conmigo al decir que el nivel de esta temporada es menor al de las anteriores. Ya venía de un pequeño declive, pues la quinta entrega es la que menos ha gustado a los fans, a pesar de llevarse el crédito del mejor capítulo a la fecha: “Hardhome”.
Sin embargo, esta sexta temporada inició con un ritmo desalentador, donde las tramas principales parecen mal escritas y carecen de coherencia. Diálogos y acciones de los personajes han sido cuestionados por los seguidores más acérrimos, que esperan la brillantez y la pulcritud de la primera, la tercera y la cuarta temporadas.
Salvo el camino que ha recorrido Bran Stark en esta nueva entrega, los demás personaje nos han sorprendido con sus torpes historias. El capítulo del domingo pasado, “No One”, ha sido uno de los más odiados por el público.
Lo siento, yo no coincido del todo con estas críticas. Si bien es cierto que “No One” posee algunos de los momentos más ridículos de la temporada (las escenas con el Pez Negro y su muerte fuera de pantalla, por ejemplo), también creo que sirvió para darnos entrada a algunos de los próximos conflictos en la historia. Además, este episodio recupera el buen ritmo, que los escritores habían mutilado en los anteriores capítulos –salvo en “The Door”, probablemente.
La trama de Arya es la que más se ha salido de contexto, cierto. ¿Tanto esfuerzo para convertirse en “nadie” y que al final termine arrepintiéndose de su decisión en dos patadas? Pues bien, a mí este cambio tan repentino en la historia de Arya no me resulta ilógico. Claro, el hecho de que sobreviviera después de los cuchillazos y que mejorara de un día para otro con unos vendajes y una sopa terrible, si está para aventarles tomates a David Benioff y D.B. Weiss. Sin embargo, mi análisis del personaje me lleva a lo siguiente: El rasgo característico de Arya a través de las temporadas, ha sido su constante pérdida de identidad. Desde muy niña, el apellido Stark dejó de pertenecerle, se convirtió para ella en una simple leyenda; en historia finiquitada. Su proceso en Braavos –real y místico, si les gusta– le permitió reencontrarse con sus genes Stark. Arya huyó de King’s Landing siendo realmente “nadie”. Recorrió los bosques al lado de Gendry y después acompañada de El Perro, y seguía siendo “nadie”. Era más “nadie” en ese entonces, que cuando decidió convertirse en una niña sin rostro. Y ahora, vuelve esa identidad Stark con toda la fuerza necesaria para olvidarse del anonimato. El proceso terminó para ella, punto.
A pesar de sus fallas, “No One” me pareció un buen preámbulo para entrar de lleno al final de la temporada. Por lo pronto, veremos a los dos bastardos darse con todo en el siguiente episodio, que según se observa en el promo, será monumental. Ya lo discutiremos pronto, porque de “Game of Thrones” nunca se terminan las conversaciones.
Mi Twitter: @CalladitaR