ESTIMADA ANA:
 Durante más de seis años tenía el mejor trabajo, me sentía realizada y feliz, hasta que terminé enamorada de mi jefe… nuestra relación duró más de 2 años, obviamente en secreto, pues él es un hombre casado.

 Hace algunas semanas preferí renunciar, aún sin tener otra opción laboral. Quise irme por el bien de los dos, pues el nunca se separó de su esposa. A mis papás les dije que me despidieron y para ellos fue algo que les causó mucha tristeza, pues es una empresa importante y mejor oportunidad no había para mí.

 Desde que ya no estoy allí, seguimos en comunicación él y yo. De hecho es él quien me busca la mayoría de las veces, pero yo me siento destrozada, pues él sigue casado y no creo que entre sus planes esté el separarse.

 Mi estado no me permite tener la fuerza y entusiasmo para salir y buscar otros trabajo, no tengo ganas de salir ni siquiera de mi recámara, realmente estoy triste. A diario aseguro que no le contestaré ningún mensaje ni llamada, pero no puedo, caigo de nuevo.

 Nos hemos visto un par de veces desde que renuncié. Él insiste en que regrese a trabajar, que puede mover ciertas influencias para que me re contraten, pero yo sé que no es lo ideal ni lo correcto, pues quiero olvidarme de él.  Esta situación es cada vez más complicada, me siento ansiosa por no poder estar con él como antes, siento mucho su ausencia, extraño los días en la oficina, aunque solo nos veíamos de lejos, había esa complicidad y esas miradas especiales.

 Es por eso que aunque diga que jamás lo volveré a ver, recuerdo todos los momentos que pasamos juntos y me rindo ante él, soy muy débil y cuando pasan más de dos días sin escucharlo, siento que me ahogo.
 No sé qué hacer para dejar todo esto que solo me está dañando, siento que he perdido mi valor, mi autoestima está por los suelos y no puedo superar no verlo a diario. 

Esther
 
ESTIMADA ESTHER:
 Creo que lo primero que necesitas hacer es tomar control absoluto de tu vida. Eres una mujer mayor de edad y capaz de tomar decisiones positivas, decisiones que te harán crecer y madurar.

 De antemano sabemos que una relación de este tipo no tiene un futuro prometedor. Él es un hombre casado que además ya te demostró que no dejará a su familia, ¿qué otra prueba quieres?

 Quizá sea complicado o difícil de entenderlo pero también te ha demostrado que entre ustedes solo puede haber algunos encuentros ocasionales, a escondidas de los demás.

 El momento en que decidas despertar a la realidad, salir nuevamente a la calle, buscar un nuevo empleo, convivir con otras personas, ese día estarás y te sentirás mejor, tu autoestima se recuperará y valorarás lo que tenías antes de comenzar con esa relación que hasta ahora, a pesar que te ha dejado buenos momentos, también ha sido la culpable de tu desdicha e infelicidad que ahora sientes.

 No sé cual sea tu edad, pero supongo que eres joven; mírate a un espejo y piensa que mereces algo mejor, mereces a un hombre que te ame de verdad y no a medias. Mereces una relación entera, sana y estable, no una en la que a diario tengas que estar escondiéndote de todos, con miedo a que la gente los vea y posteriormente se enteren y claro está, quedes como “la otra” como tú misma te calificas.

 Y sé que en el corazón no se manda y casos como el tuyo hay miles, pero no le veo el caso estar sufriendo de esa manera, sintiéndote derrotada y además renunciar al trabajo soñado. Piensa y valora de nuevo los puntos buenos y malos de todo y tu, como toda una mujer hecha y derecha, actúa y decide.
 
ANA