‘No queremos ser una carga para nuestros hijos’

Usted está aquí

‘No queremos ser una carga para nuestros hijos’

ESTIMADA ANA:

Somos un matrimonio con 5 hijos. Mi esposo y yo tenemos 67 años y él se quedó sin trabajo hace exactamente un año. 

Yo nunca trabajé, pues desde que nos casamos y nació nuestro primer hijo me quedé en casa a cuidarlo y así con los otros cuatro que llegaron después.

A mi esposo lo remuneraron económicamente pero no lo que le correspondía por ley y a los 4 o 5 meses ya no teníamos nada de ese dinero. Con excepción de nuestro hijo menor, los otros cuatro están casados, tienen sus empleos, ya formaron su propia familia.

El menor se graduó el año pasado y un año antes de salir de la carrera, comenzó a trabajar. Nunca había habido necesidad de que él nos diera dinero, pero desde que se terminaron nuestros ahorros, prácticamente él es quien nos ha mantenido.

Sigue soltero y no tiene ningún compromiso, vive con nosotros y nos dice que quiere hacerlo, que es una manera de recompensar por lo que nosotros gastamos en él, pero nosotros como papás no nos sentimos bien al aceptar su ayuda.

Mi esposo ha seguido buscando trabajo y cada vez es más difícil que en alguna empresa contrate a alguien de su edad, a pesar de toda la experiencia que él tiene. Se siente desanimado y a veces me dice que no le gusta estar sin hacer nada, que quiere trabajar, que se siente bien de salud, pero también se siente muy impotente al no ser contratado.

Yo le doy ánimos para que no pierda la esperanza en que va a encontrar trabajo, pero mi hijo constantemente nos dice que no nos preocupemos que él seguirá al pendiente de nosotros.

A mí no se me hace justo, él es muy joven y sé que más pronto de lo que me imagino querrá hacer su vida, casarse y formar una familia y ahora que tiene tan buenos ingresos es el momento que piense en ahorrar para un futuro.

Es un ser humano excepcional y sólo piensa en nuestro bienestar, mientras que yo pienso en la manera de recompensar todo eso que hace por nosotros, pero no sé cómo lograrlo. 

   Julieta
 
ESTIMADA JULIETA:
Para muchas personas, la máxima expresión de la felicidad es ayudar a los demás, así, incondicionalmente de una forma altruista y los hace sentir bien consigo mismos. Estoy segura que este es el caso de tu hijo, agradecerles de esa manera lo que hicieron por él.

Habla de una persona que ha madurado y ha entendido que los padres hacen muchos esfuerzos por sacar adelante a sus hijos y que en determinado momento, hay que responder siempre de la mejor manera, con la mejor de las intenciones, precisamente por ese cariño y ese amor hacia ustedes.

Te preguntas cómo se lo agradecerás y aunque en estos momentos no tienes respuestas, en un futuro encontrarás el modo de reponer esa ayuda, tu hijo te hará ver sus necesidades, si las tiene, respecto a ustedes.

Estamos inmersos en una crisis económica que obliga a fuertes cambios económicos, entre otros, dentro de las familias. El querer devolver la ayuda a tu hijo, puede ser una motivación para seguir en la búsqueda de empleo.

Puede que tu hijo en estos momentos, esté “invirtiendo”, por llamarlo de alguna manera, en su estado de ánimo para que ustedes como pareja sigan haciendo frente a un futuro y saquen sus fortalezas.

Si deseas quitar un poco de esa responsabilidad, quizá puedas hablar con el resto de tus hijos y que entre todos aporten una cantidad mensual para sus gastos, así, no será del todo para uno solo, mientras sale una oportunidad de trabajo para tu esposo. Suerte y ánimo.
 
        ANA


Todos tenemos problemas. ¿Cuál es el suyo?  Para una respuesta escriba a: 
ANA APARTADO 500 o BOULEVARD V. CARRANZA y CHIAPAS, SALTILLO, COAH. 
También puede hacerlo vía internet: ana@vanguardia.com.mx