No todo fue alegría el 10 de Mayo para madres saltillenses

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No todo fue alegría el 10 de Mayo para madres saltillenses

Cocción. Los restaurantes se vieron rebasados; todos querían festejar a mamá con una comida. / Héctor García/Marco Medina
Por todos lados estaba igual, lleno y sin mesas para poder sentarse a comer.

El sonido de la música se confunde entre los sonidos de los claxon por el tráfico congestionado de la ciudad, todos quieren llegar primero para festejar a mamá, para no perder la reservación, para comprarle el regalo de última hora...
Y entre la prisa el clásico sonido con recordatorio maternal se deja escuchar.

Ni en pleno 10 de Mayo se miden, entre el tráfico y el calor y con sus madres adentro de los carros, los desesperados conductores no se contienen para hacer ese tipo de sonidos ofensivos.

Por otro lado, muchas de las festejadas sufrieron un verdadero víacrucis, ya que tuvieron que hacer enormes fílas antes de ingresar a restaurantes donde serían festejadas.

Familias enteras esperaron por casi dos horas para poder entrar a desayunar, que por la espera se volvió comida, en pocas palabras era un caos. Algunos cargaban con flores que terminaron por llevar a sus automóviles porque de tanta espera se estaban marchitando.

Por todos lados estaba igual, lleno y sin mesas para poder sentarse a comer.

Mientras en el centro la ciudad, las vendedoras de flores aprovechaban la oportunidad de sacar buena venta pues es lo que la gente acostumbra regalar.

Zapaterías, tiendas de ropa, de regalos, pastelerías... en fin, todo estaba hasta el tope, por lo que muchas madres no disfrutaron de su día.