No vuelva a quedarse callado: Actúe

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No vuelva a quedarse callado: Actúe

Un pueblo que todo el tiempo se queja de la podredumbre que existe en el Ejecutivo, en los congresos y en el Poder Judicial, pero que llegada la época de elecciones vuelve y elige a los mismos, sin el menor asomo de dignidad, resulta incomprensible lógicamente hablando, paradójico. ¿Por qué? ¿Será porque existe la idea de que quien es honesto es un pen… por no aprovecharse de la situación o  porque se da por sentado que toda la clase política mexicana es corrupta? La aceptación social que tiene la corrupción en México es un fenómeno estremecedor. La corrupción pública y privada como “inspiración” para políticos y poderosos, para independientes oportunistas, para partidos políticos sin ideales ni propuestas que les vendan a los ciudadanos un estado de bienestar generalizado, pero sin decirles cómo, apuntalados en la propaganda electorera que diseminan los medios de comunicación –pagados con mucho dinero público– que no informan y que toman abierta y soterradamente partido por el candidato que garantice su deleznable modus vivendi, entre otras “perlas”, en mi humilde opinión, convierten la próxima elección en una oportunidad.

Stéphane Hessel –funcionario de Naciones Unidas que formó parte del equipo redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y fue embajador de Francia ante ese organismo– escribió “¡Indignaos!”; se publicaron dos millones de ejemplares del texto. Hessel, inspirador de protestas populares y de movimientos sociales como ¡“Democracia Real Ya!”, en el preámbulo de su libro dice: “La gravedad de la situación ecológica, las desigualdades cada vez más profundas, el egoísmo de los poderosos, la dictadura de los mercados, la violación de valores fundamentales y tantos otros peligros a los que nos vemos enfrentados nos imponen a un tiempo reflexionar, comprender y actuar en consecuencia”.

 

Indignarse por lo que está pasando y comprometerse con las próximas elecciones debe ser el propósito común de todos los mexicanos"

“Saber decir no. Denunciar. Protestar. Resistir. Indignarnos. Desobedecer, en ocasiones, frente a lo que nos parece no legítimo y cercena las libertades y los derechos fundamentales.” “Saber decir sí. Actuar. Tomar parte en la “insurrección pacífica” que nos permita dar respuesta a un mundo que no nos conviene”. Y apunta que para esto hay que “comprometerse”. El mensaje de Hessel está vigente, es una denuncia inspiradora y su propuesta debiéramos hacerla nuestra. Participar en la elección de julio de este año, es el primer paso, pero en serio, asumiéndose como dueños de la casa. Tenemos el deber de exigir propuestas concretas que den salida a la crisis de estado que hoy se vive. Debemos revisar la trayectoria de los candidatos a los diferentes cargos de elección popular. No acepte enunciados como propuestas generales, ni caiga en el juego de la retórica discursiva. Que le hablen con claridad para que nada quede a la interpretación. 

 

La democracia debe ser una experiencia viva y exigente"
Pierre Rosanvallon

Indignarse por lo que está pasando y comprometerse a participar en las próximas elecciones debe ser el propósito común de todos los mexicanos de bien. Los jóvenes, en su mayoría renuentes a acudir a las urnas, deben actuar y liderar este movimiento de largo alcance que compromete su presente y su futuro. Tienen en sus manos el poder para hacerlo. Es una intervención a conciencia y con dignidad para cambiar a través del voto un sistema político obsoleto, ruin, que ha sumido a nuestro país en un lodazal de corrupción, que ha convertido la vida de su población en algo miserable, sobre todo la de los más pobres. Actuemos desde las próximas elecciones en el sentido correcto, no permitamos a los saqueadores que sigan robándose los recursos que aportan los mexicanos vía impuestos a la hacienda pública. La oferta populista – clientelista, no le sirve a México, ha sido su ruina, no es ejemplo de avance político en las determinaciones a asumir, por eso deben ser otro tipo de motivaciones las que impulsen y definan las preferencias electorales. Nos conviene a todos llevar la política a un punto de entendimiento con amplitud suficiente para construir un nuevo modelo para ejercer el poder público, en el que esté representada la idiosincrasia de un país que –no obstante compartir el mismo espacio territorial– tiene particularidades que deben atenderse. Esto se lo tenemos que dejar bien claro a partidos políticos y candidatos y, por supuesto, a los independientes. Es urgente crear ambientes de inclusión y entendimiento, por ello la necesidad insoslayable de llamar a un amplio ejercicio participativo.

Vamos a tener dos elecciones el mismo día. Una local que corresponde a la de alcaldes de los 38 municipios que tiene Coahuila y otra federal para votar por quien queremos que sea el presidente de México, por 500 diputados (300 de mayoría relativa y 200 plurinominales) y 128 senadores (64 de mayoría, 32 de primera minoría y 32 plurinominales) de la república. Van a ser quienes elijamos nuestros representantes, por eso es esencial que los conozcamos. No se vale votar a ciegas o con base a la propaganda electorera, ya no, ya basta. Necesitamos instaurar una democracia moderna en México, liderada por mujeres y hombres en igualdad de condiciones de poder, de mando y de autoridad. Debemos esforzarnos por construir una nación vinculada en torno a una paz perdurable y próspera, acorde al humanismo de nuestros tiempos. 

@estherquintanas