Enfurecido, el vicepresidente deportivo del América, Ricardo Peláez, acusó que la comitiva visitante recibió de todo al final del partido tras la trifulca en los últimos segundos del primer tiempo extra.

Acompañado por el presidente operativo, José Romano, lamentó que debieron cerrar la cortina del palco y refugiarse en la sala de prensa porque les lanzaron desde monedas hasta bombas de humo.

¡Que sigan chillando!, expresó Peláez, quien mostró una furia tal que pidió a los medios de comunicación en la sala de prensa que le grabaran sus reclamos.

“¡Grábale! ¡Nos apedrearon el palco, cabrones!”, señaló Peláez, mientras Romano agregaba que también vieron volar encendedores.

“Para que luego chillen que allá en el Azteca les avientan cosas”, agregó Romano. “Tuvimos que cerrar la cortina porque traemos niños y bebés”.

Peláez añadió que hubo un miembro de la comitiva azulcrema que recibió un monedazo en la cara.

“¡Que sigan chillando”, reiteró Peláez, mientras veía los últimos minutos del juego, justo antes de que las Águilas sufrieran el empate.

Minutos después, el directivo se dirigió a la reja que separa el túnel entre la sala de prensa y la cancha. Ahí pasó los momentos más dramáticos del partido, cuando las Águilas cayeron en penales y enervaron aún más el ánimo de Peláez, quien le reclamó al encargado de la puerta que no lo dejaba pasar, por lo que le dio un empujón mientras ingresaba hacia el terreno de juego.