Nuevos esquemas familiares

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Nuevos esquemas familiares

En la década de los sesentas, las mujeres en nuestro País podían llegar a tener, como promedio, siete hijos. En la actualidad, el número de niños por familia es, también en promedio, de uno a dos. Resulta extraño, y hasta cierto punto cómico, para quienes formamos parte de familias integradas por ocho hermanos, o más, que nos sorprendamos cuando escuchamos acerca de familias cuyo número de hijos rebasa el patrón de dos. Cuando nos admiramos y preguntamos: “¿Y cómo le hacen los padres, para sacar adelante a sus hijos?”, caemos en cuenta que nuestros propios padres hicieron sacrificios y realizaron ingentes esfuerzos para trabajar en ello arduamente.

Allá por los años cincuenta del (¡ay!) siglo pasado, la madre de mi madre obtuvo un reconocimiento en el Estadio Saltillo por ser una de las mujeres con mayor número de hijos en la capital de Coahuila. Fueron 13 hijos en total. 

Años muy distintos a los de la actualidad, y muy distintos aún a aquellos de los años setenta, cuando en México se diseñaron programas dirigidos a las familias para disminuir la tasa de fertilidad. Incluso, se idearon telenovelas cuya temática estaba orientada a ese sentido, junto con la idea de alfabetizar masivamente a la nación a través del medio electrónico. Fue el caso de la telenovela “Vamos juntos”, cuya temática giraba alrededor de una madre con muchos hijos que sólo hasta que decide estudiar se siente útil y plena. Miguel Sabido, escritor prolífico y reconocido, se dio a la tarea de trabajar, entre muchos otros, en primera fila su propia hermana, Irene Sabido, en ese tenor.

Y sí, en efecto, los resultados de la campaña, la situación económica, la modernidad, obtuvieron en México una tasa que a la fecha va en los números a que nos referíamos al inicio.

Así como se dio esta transformación en las décadas recientes, también los roles de las mujeres cambiaron en nuestra nación, dando un giro increíble. En general, las mujeres estaban destinadas al trabajo doméstico en casa y las pocas profesionistas que había dedicaban sus actividades a la cátedra, o a labores como el secretariado, la enfermería o el comercio. Destacaron otras en ámbitos aislados, como en la política, pero una gran mayoría de las mujeres se dedicaba al hogar.

Hoy, lo sabemos, las circunstancias mudaron. Y las mujeres se desempeñan y destacan en cualesquiera de los ámbitos de trabajo, que van desde las actividades administrativas, culturales, políticas, deportivas, y por supuesto, continúa el magisterio.

Estos nuevos roles, donde se combina el trabajo a realizarse en casa con las económicamente activas ha modificado también enormemente la forma de vida en la actualidad. La familia ha sido objeto de transformaciones en su estructura, en su composición, en sus roles, sus características y funciones particulares.

Desde las escuelas se promueven las celebraciones del Día de las Madres y del Día de los Padres (este Día de 
celebración muy reciente) con la presentación de números especiales a cargo de los niños y de obsequios hechos normalmente por estos mismos niños. Me parece que, en virtud de la cantidad de cambios que ha registrado la sociedad, donde las familias no se constituyen principalmente como las pintadas en las décadas anteriores, padre, madre e hijos, sería prudente transformar las celebraciones.

Muchas son ahora las posibilidades de familias. Muchos los esquemas, y en el fondo del corazón del niño ha de quedar grabado cómo la celebración se dedica a uno de los padres que no están en casa por abandono, por separación de los progenitores o por el fallecimiento de uno o ambos. Pienso que tales festejos han de quedar circunscritos a los ámbitos sociales y familiares. Pues es la familia la que conoce bien su propia situación, y en base a ésta decidir cómo celebrar o, quizá, no hacerlo.

En las escuelas ha de considerarse con prudencia el estado personal de sus estudiantes, a fin de no provocar que, en los momentos en los que se libera una carga fuerte de emotividad, se lastimen los sentimientos de niños y adolescentes.