Opinión, información y acción

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Opinión, información y acción

“Respeto tu opinión... pero no la comparto”.

La conversación auténtica no es la del disimulo de constante asentimiento. En la opinión pública, arma el receptor el rompecabezas de las opiniones, uniendo las piezas de las visiones parciales y las diversas perspectivas. 

Aquel maguey de la sierra fue fotografiado por varios fotógrafos desde distancias y ángulos numerosos y variados. Se confeccionó después el álbum con casi un centenar de fotos impresionantes. Unas con dron desde arriba, otras desde una cámara pegada al piso. Ésta otra con una inclinación en que las púas aparecían oblicuas, como lanzas en ristre. Aquella foto fue tomada al atardecer, cuando el rojizo sol se ocultaba. Sorprende ésta otra, destellante, con luz de pleno mediodía. Y no falta la foto nocturna, de tiempo y sin flash aprovechando un claro lunar.

Maguey empequeñecido por la distancia o gigantesco por la proximidad, agresivo acá y de suaves curvaturas allá... Parecía una colección de cien magueyes y era sólo uno captado por fotógrafos, cámaras, distancias, horas, ángulos y enfoques distintos. 

Toda realidad es así visualizada, con pluralismo y diversidad. Se abre el abanico de las opiniones, todas son reales, auténticas y objetivas. Es un mismo hecho, un mismo acontecimiento pero con la policromía de múltiples interpretaciones. El no haber captado lo mismo quita la monotonía, la uniformidad o la unicidad. Todo empieza a integrarse orgánicamente sin descartes ni exclusiones. 

El universitario de hoy se encuentra diariamente ante el binomio, la disyuntiva, la dualidad de página y pantalla. Lee filas horizontales de negras letras o contempla el dinamismo coloreado de una minipantalla, mientras sus dedos pulgares logran una danza de agilidad y puntería sobre pequeñas teclas.

Se vuelve receptor de información deportiva, cultural, recreativa, científica, política y comercial. Opiniones pasan en todas direcciones. Es ocasión de desarrollar la capacidad crítica y formar el propio criterio. Es la hora de intensificar el discernimiento de que no se traga la carnada junto con el anzuelo. 

Y cuando se trata de actuar, es virtuoso el saber elegir, decidir, concentrarse y perseverar. La atención dispersa es un riesgo constante, contemporáneo. Darle a todo su tiempo indispensable, sin precipitación, imitando la sabia lentitud de los ritmos de la vida. Saber cuándo empieza un momento y termina otro, se cierra una actividad y se emprende una nueva. Comprender, discernir y lograr son verbos de urgente e indispensable conjugación en época de transformaciones...