Según publicó el diario La Jornada, existe un antecedente en las elecciones de 2003 para jefe delegacional en Miguel Hidalgo. En éstas, los abanderados del PAN y del PRD rebasaron los límites de gasto por 26.70 y 27.75 puntos porcentuales respectivamente. La diferencia en la votación fue 1.2 por ciento. 

En ese entonces, los magistrados estimaron que no procedía la anulación de los comicios en función de que al haberse violado por ambos contendientes, por porcentajes similares, su impacto real en el resultado de la contienda no supondría tener que anular las elecciones.

En 2009 hubo otras dos elecciones en que se rebasaron los topes de campaña, ambas para jefe delegacionales en Miguel Hidalgo y Cuajimalpa, en Ciudad de México. Pese a que el tribunal local decidió que debían ser anuladas, tras un recurso interpuesto por partidos, el Tribunal Electoral federal ratificó la validez de las elecciones pese al ostensible rebase en el gasto.

EL DATO

La anulación de los comicios no procedió porque, al haberse violado por ambos contendientes, por porcentajes similares, el impacto real en el resultado no supondría tener que anular las elecciones.