Panorámica de Saltillo

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Panorámica de Saltillo

Es hermosa la ciudad desde esta perspectiva en “El Mirador de Saltillo”. Ocasionalmente circula uno que otro automóvil a las 10:00 horas, del domingo 8 de enero. Apenas inicia el movimiento y de pronto aparece, a bordo de una bicicleta, un hombre ya entrado en años, chaqueta a cuadros y un pasamontañas que le cubre el rostro. Dará un par de vueltas al paseo y se alejará por la avenida que conduce al sur. Más allá, una jovencita atiende una llamada del celular mientras camina alrededor del área.

Las sierras de Arteaga y Zapalinamé lucen majestuosas. El viento es continuo y sobre los cerros se posan con suavidad jirones de nubes.

Poco a poco, una neblina gris se va apoderando del otro extremo, el lado poniente de la capital, un poco más al norte del Cerro del Pueblo. Una densa capa que mucho contrasta –quizá sólo sea a esta hora– con la parte del Este en donde se dibuja un prístino cielo azul.

El viento es frío y agita las hojas y las ramas de los árboles, dejando al vuelo una estela de hojas de color ocre, que terminarán esparcidas por el pavimento.

Dominan el panorama que se aprecia en el valle, a más de miles de casas, manchones verdes pronunciados en los parques: la Ciudad Deportiva, el Bosque Urbano, la Alameda. Sigue, aquí arriba, sin presentarse movimiento vehicular continuo. Únicamente se escucha el zumbido del viento y, a lo lejos, el sonido de la radio de un automóvil cuyo dueño ha elegido este tiempo para lavarlo. Desde este punto se aprecia el colorido de casas en vivos tonos. Son las ubicadas frente a la recién creada Plaza Coahuila, frente a la escuela del mismo nombre cuya arquitectura y colores ocre y verde destacan a la distancia.

Catedral de Santiago, la iglesia de San Francisco y el templo metodista. Aún es la Catedral el edificio alto en estas tierras a las que se han ido agregando algunos otros que rompen, de cuando en cuando, la monotonía.

La ciudad y sus pequeños satélites urbanos alrededor. Muy extendida, muy crecida. “Aquí”, comparte un amigo, “la relación con las personas es difícil, pues la geografía de la ciudad es muy extendida y no convergen sus habitantes en una sola área. La ciudad se extiende de un extremo a otro y cada zona tiene su propia pequeña comunidad en donde puede desarrollar sus actividades sin entrar a otra en mucho tiempo”.

En vista de este crecimiento, se hace evidente, cada vez más, la planeación urgente que no agote los recursos de Saltillo, que no le vulnere su belleza y no le reste la magnífica vista de sus sierras y de sus cerros.

Pasan los minutos, ya cerca de 30, y la capa de aire contaminado que había nacido a temprana hora se vuelve cada vez más densa. Necesario, sin duda, hacer del monitoreo del aire una actividad permanente que haga definir y ejecutar estrategias de actuación antes de que esa capa apenas vista a la distancia cubra, inmisericorde, el bello y distintivo cielo azul de Saltillo.

Cerca de las 11:00 horas, la ciudad en este punto empieza a desperezarse. Inicia ya una mayor afluencia del tránsito vehicular, y los residentes de la zona toman “El Mirador” para hacer ejercicio. Pasará todavía un rato más para que se acerquen saltillenses de todos los puntos para admirar la ciudad desde aquí. Una de las áreas más emblemáticas de nuestro Saltillo, que recibe a un buen número de visitantes venidos de muchas partes requeriría de mayor cuidado.

Si es uno de los lugares donde se guarda tanta historia y que por su situación geográfica es privilegiado, serían ambos motivos suficientes para mantenerlo en las más espléndidas condiciones, como sello distintivo de la capital.
 

MONUMENTO A LOS NIÑOS HÉROES
En este obelisco de 1947, levantado en la Alameda Zaragoza como un homenaje a los Niños Héroes a un siglo de la batalla del Castillo de Chapultepec, se instaló a su alrededor, para la temporada, un pino de Navidad. El monumento presenta una pinta de letras en azul que, ahora que recién se ha retirado la instalación, es de esperarse inmediatamente se elimine, pues invita a más indeseables hechos de vandalismo en esculturas artísticas e históricas de la ciudad