Ciudad de México. Poco después de las 07:12 horas de la mañana y a bordo de un auto cerrado, el papa Francisco dejó la Nunciatura Apostólica para dirigirse al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde abordará el avión que lo trasladará a Morelia, Michoacán, en su penúltimo día de actividades en el país.
 
Al salir, cientos de fieles ya lo esperaban con la esperanza de recibir su bendición o al menos verlo. Sin embargo, lo despidieron entre gritos, saludos y porras.
 
Durante su trayecto hacia el ACIM, el pontífice también recibió el saludo de los fieles que se apostaron en las aceras para verlo y recibir su bendición.

A su paso por la avenida de los Insurgentes, los fieles se mostraron jubilosos por ver de cerca al jerarca de la Iglesia Católica, a pesar de que viajó en un auto compacto, los fieles le dieron muestras de cariño.
 
Con la ventana abierta del automóvil, Francisco extendió su mano para saludar y bendecir a quienes estaban en las calles, mientras muchos trataban de captar una foto con su teléfono celular.