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Papa se conmueve al hablar de los migrantes
Un año más, el “Tren de los niños” llegó hasta la estación del Vaticano con decenas de ellos que expresaron al Papa sus problemas y le preguntaron sobre algunos dramas de nuestros días, como el de la inmigración o los refugiados.
Los pequeños son de la Asociación Juan XXIII y de la Orquesta infantil “Quattrocanti” de la ciudad italiana de Palermo en la que cantan niños de diferentes países y etnias, así como de una escuela de Vibo Marina que ha llevado a Francisco el dinero obtenido de una colecta para niños refugiados en la isla griega de Lesbos.
Un niño se acercó a Francisco para entregarle un dibujo hecho por él mismo en el que están representados el sol, el mar y las olas que se mueven. Olas que, “pueden hacer morir a la gente”, le explicó.
En ese momento, Francisco mostró a los niños un chaleco salvavidas que en la pasada Audiencia General del miércoles le regaló un grupo de socorristas voluntarios que salvan a los inmigrantes de morir en las aguas en Lesbos.
“Me han traído este chaleco salvavidas y llorando un poco me han dicho: ‘Padre, no lo conseguimos. Había una niña, en las olas, pero no pudimos salvarla. Solamente quedó el chaleco’. Este chaleco es de esa niña. No quiero entristeceros, pero vosotros sois valientes y conocéis la verdad. Están en peligro: muchos chicos, niños, niñas, hombres, mujeres, están en peligro”, relató el Pontífice.
Por último, pidió que "pensemos en esta niña… ¿como se llamaba? No lo se: una niña sin nombre. Cada uno de vosotros le puede dar el nombre que quiera, en su corazón. Ella está en el cielo, ella nos observa”.