¿Paquetes escolares o paquetes electorales?; otra de Finanzas en Coahuila, para no variar

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¿Paquetes escolares o paquetes electorales?; otra de Finanzas en Coahuila, para no variar

El 30 de enero del presente año (o el día 11 de la precampaña, si lo prefiere) la Secretaría de Finanzas desembolsó 94 millones 055 mil 798 pesos para “paquetes escolares”.

¿Útiles a medio ciclo escolar?, se preguntará usted.

Y aquí viene lo más interesante del asunto: la compra se realizó sin especificar cuántos fueron adquiridos –suponiendo sin conceder que sí hayan sido adquiridos–, a quién, sin licitación pública y sin ofrecer mayores datos para verificar su existencia.

Al estilo del Gobierno de Coahuila, pues.

El calendario avanza y ya casi estamos en mayo. Revise usted mismo la hemeroteca: no hay constancia de que, durante 2017, la Secretaría de Educación haya repartido paquetes escolares en ninguna de las cinco regiones del Estado, pese a que no tendría problema en publicitarlo, pues las fechas no se contraponen al periodo de suspensión de propaganda y difusión por periodo electoral.

Si cacarean cualquier huevo menor desde que mataron a la gallina con la deuda, ¿cree usted que no empollarían una entrega masiva?, ¿acaso son tan exageradamente previsores para comprar un producto y almacenarlo durante siete meses en bodegas hasta ser entregado?, ¿se están preparando para una guerra nuclear?

Al hecho de que los útiles escolares, por temporalidad y costumbre, se repartan en agosto, hay que agregar un comportamiento financiero a todas luces irregular. Me explico.

En 2014, por ejemplo, Finanzas adquirió “paquetes escolares” el 4 de julio, a un costo de 74 millones 532 mil 330 pesos, según el contrato SEFIN-DGA-AD-029-14/001. El 7 de mayo de 2015 una partida similar fue comprada, a un precio de 53 millones 868 mil 681 pesos, a decir del contrato SEFIN-DGA-AD-055-2015/001 (OC 189). Y en 2016, el 11 de marzo, gastaron 78 millones 042 mil 489 pesos en el mismo rubro, como consta en el contrato SEFIN-DGA-AD-030-2016/001 (OC 85).

En todos los casos, usando un fondo público denominado Fondict.

Llama la atención que varíen los precios, cuando la cantidad de beneficiarios ha permanecido prácticamente invariable: 564 mil 348, en 2016; 544 mil 351, en 2015; y 547 mil 032, en 2014.

Sin embargo en 2017, además de aumentar 40 millones 187 mil 117 pesos el costo a comparación de hace dos años, pese a beneficiar a un número similar de estudiantes, las fechas de formalización siembran la duda: un gasto de casi 100 millones de pesos, en tiempos de precampañas electorales y sin licitación, es una invitación a la suspicacia.

No es un tema menor. Cabe señalar que por la misma vía, y con idéntico modus operandi, enriquecieron a las empresas fantasma en 2015 y 2016, hasta que fueron descubiertas.

Por lo demás, quién garantiza que los “paquetes escolares” –una vez más, suponiendo que sí existan– se conservarán en buen estado físico pese a permanecer siete meses embodegados, o que no serán usados como dádiva electoral durante los 39 días que faltan de campaña, o que verdaderamente vayan a repartirse a los alumnos de preescolar, primaria y secundaria después de las elecciones (gane o pierda el PRI la Gubernatura).
Respecto al último supuesto, no sería la primera vez que sucede.

En 2011, luego de la jornada electoral del 3 de julio en que triunfó Rubén Moreira, el Gobierno de Coahuila canceló subsidios y programas sociales como “La Tarjeta del Hogar”, “Comedores de la Gente Mayor”, “Farmacias de la Gente”, “Seguro Escolar”, “Uniformes Escolares y Zapatos de la Gente”, entre otros. “Tras ganar comicios… quita Coahuila apoyos”, tituló entonces el periódico Reforma (25 agosto 2011).

CORTITA Y AL PIE

Por otro lado, a razón de cuatro adquisiciones en el primer trimestre de 2017, la Secretaría de Finanzas ha gastado 4 millones 929 mil 600 pesos, por adjudicación directa, en despensas.

Y eso es lo visible, la punta del iceberg.

Estimando un costo unitario de 55 pesos, equivale a casi 90 mil despensas adquiridas para repartir como volantes por la Secretaría de Desarrollo Social, en pleno proceso electoral.

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

Finalmente, Ismael Ramos dijo ayer, a través de un boletín enviado a VANGUARDIA, que es “malintencionado” revelar –como lo hice la semana pasada en este mismo espacio– la nueva deuda por 2 mil 037 millones de pesos que contrajo cinco días antes de iniciar campañas el Gobierno de Coahuila.

Lo dice él que, como secretario de Finanzas, pagó sin reparos millones a las empresas fantasma descubiertas en el presente sexenio, y como secretario de la Contraloría del sexenio pasado “no vio” que arruinaron al Estado.

No tengo más qué decir.

@luiscarlosplata

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