Hace unos años, investigadores de Harvard publicaron algunos de los sorprendentes beneficios de pedir ayuda. Aparentemente, solicitar apoyo de alguien más experimentado que tu no te hace quedar mal – mas bien, ayuda a que te veas más competente. Al engordar el ego de la persona más experimentada, haces que tenga sentimientos positivos respecto a ti.
 
Pero un estudio del año pasado, sugiere que existe una excepción a dicho fenómeno. De acuerdo con los resultados, los hombres en posiciones de liderazgo terminan viéndose menos competentes cuando piden ayuda de alguien más.
 
Los investigadores, liderados por la Universidad de Duke, llegaron a esta conclusión tras una serie de experimentos.
 
El primero se enfocaba en 65 estudiantes de negocios que se embarcaron en aventuras de liderazgo en donde participaron en retos como alpinismo en la Antártida y escalar un volcán en Ecuador. En cada aventura, los estudiantes tomaban turnos actuando como el líder del día, lo que significa que debían coordinar todas las actividades.
 
El regresar de la expedición debían contestar un cuestionario. A algunos participantes se les pregunto que tan a menudo una persona pidió ayuda siendo el líder; a otros se les pidió calificar la competencia de cada persona como líder.
 
Los resultados mostraron que lo líderes masculinos que pedían mucha ayuda eran percibidos como menos competentes que aquello que pidieron menos apoyo. Para las mujeres lideres, pedir ayuda no afecto sus calificaciones de competencia.
 
Un estudio de seguimiento sugiere que la razón por la que percibimos a los hombres lideres que piden ayuda como menos competentes es que se parecen menos a los lideres típicos.
 
El estudio, publicado en el diario The Leadership Quarterly, resalta como nuestra primera vista a las conductas de liderazgo pueden perjudicar a los hombres. Estudios pasados han mostrado que las mujeres también se ven perjudicadas cuando son líderes, pero ellas cuando actúan asertivas o dominantes.