Pequeños cambios

Usted está aquí

Pequeños cambios

Cualquier modificación que emprendamos, puede llegar a generar inexplicables efectos

Existe una metáfora que habla sobre un fenómeno simple que se da en los sistemas dinámicos (vivos) la cual explica la manera en que una insignificante variación en las condiciones iniciales de un sistema pueden generar efectos considerablemente grandes ( caóticos) en la evolución del mismo, provocando resultados insospechados, muchos derivados de interconectividades desconocidas; en este sentido, cabe mencionar que es casi imposible hacer predicciones precisas para el futuro o identificar la causa de un determinado cambio. Por eso a estas consecuencias solemos considerarlos producto del azar.

Esto también hace alusión que cualquier cosa que hagamos, cualquier cambio que emprendamos en la vida, por pequeño que éste sea, puede llegar a generar inexplicables efectos en nuestra existencia. Esta metáfora es conocida como “el efecto mariposa”, que también alude a la fragilidad de nuestra propia naturaleza y del mundo que está a expensas de sistemas complejos.

EL CIENTÍFICO

Edward Lorenz (1907- 2008), fue un meteorólogo y científico norteamericano considerado el padre de la teoría del caos que explica la dificultad de realizar pronósticos atmosféricos, él descubrió que pequeñas diferencias en un sistema dinámico, como la atmósfera, puede provocar cambios enormes. 

El descubrimiento de Lorenz fue producto de una observación sencilla: al intentar desarrollar un modelo predictivo del clima partiendo de pocas variables, y luego de realizar distintas aproximaciones logró ajustar su simulador a tres variables matemáticas, fue cuando se llevó una gran sorpresa al constatar que pequeñísimas diferencias en la información de partida (omitir 3 decimales en los números de entrada) los resultados finales marcaban enormes diferencias muy distintas a las esperadas.

Su observación es muy comprobable, por ejemplo si una personas tienen que tomar 3 aviones en un día y el primero sale 5 minutos tarde, es muy probable que al final de la jornada el viajante llegue a su destino con mucho tiempo de retraso (tal vez 3 horas o simplemente arribe al día siguiente).

De la misma manera un avión que parte del punto A con destino al lugar B, puede terminar en otro punto si en su sistema de navegación llegara a existir una pequeña desviación del rumbo; de hecho, entre más tiempo pase el avión en ruta terminará aún más lejos del punto del destino inicial, pues ese error prolongado en el tiempo de vuelo creará una enorme diferencia en el resultado.

IMAGINEMOS…

Lorenz explicó este fenómeno de la siguiente manera: “imaginemos a un meteorólogo que hubiera conseguido hacer una predicción muy exacta del comportamiento de la atmósfera, mediante cálculos muy precisos y a partir de datos muy exactos. Podría encontrarse una predicción totalmente errónea por no haber tenido en cuenta el aleteo de una mariposa en el otro lado del planeta”.

Ese simple aleteo podría introducir perturbaciones en el sistema que llevaran a la predicción de una tormenta”, por ello, en 1972, este científico estadounidense presentó un estudio titulado: ¿Puede el aleteo de las alas de una mariposa en Brasil provocar un tornado en Tejas?  A esto se le denomina el “efecto mariposa” el cual, desde entonces, ha dado lugar a muchas conceptualizaciones y recreaciones.

Ahora imaginemos este fenómeno en la vida de las personas: si no se tiene cuidado puede llegar a ser muy fácil desviar la mirada de nuestra vocación y misión de vida, de aquello que realmente anhelamos.

En este sentido, lo que en muchas ocasiones determina nuestra vida no solo son las grandes decisiones (esas que requieren reflexión y consejo), sino además los pequeños hábitos, eso que, sin pensar, todos los días hacemos, esas pequeñeces acumuladas.  De ahí la importancia de contar con objetivos y un plan de vuelo, de contar con hábitos que generen conductas adecuadas a la conquista de metas, e instrumentos que permitan medir los avances y estar al tanto de las posibles deviaciones. 

A FUERZA DE VOLUNTAD

Se progresa o retrocede en función de breves momentos, prácticas, costumbres y hábitos; así, la existencia se forja mediante series de sucesivas experiencias,  de aciertos y fracasos, a veces imperceptibles. Es a fuerza de persistencia y repetición, más que de talento, la manera en que las personas alcanzan sus metas. Los logros son producto de miles de pruebas y errores, de “machacar” en la práctica lo que se desea.

Las personas que buscan crecer y desarrollarse a plenitud intentan modificar la realidad para conseguir formas de vida más gratificantes, para eso es necesario contar con valores sólidos y prioritarios que sirvan de faro, de referencia en el caminar de la vida, que guíen en las noches nubladas o en las frecuentes tormentas que todo viajero enfrenta.

Aparte de esos valores, para alcanzar lo que se desea, es imprescindible contar con la fuerza de voluntad que es una forma de deseo concentrado, enfocado y estable que modifica los malos hábitos, es esa capacidad (necesaria de desarrollar) para saber esperar, resistir e insistir; sin ella,  todo se empieza, pero nada se termina; sin ella, es muy probable perder el rumbo; sin ella, las desviaciones pequeñas hacen que las personas acaben en desafortunados destinos.

MÁS HACE…

Bernabé Tierno comenta: “sin los hábitos voluntarios, queridos libremente tras múltiples esfuerzos, no llegaremos a alcanzar la seguridad y la rapidez no sólo en la ejecución sino en las decisiones (…) la voluntad es poderosa gracias a los hábitos por los cuales ejecutamos, casi automáticamente, aquello que hemos querido y decidido previamente. Desarrollar la voluntad consiste en contraer hábitos de querer; pero no hay hábitos de querer, no hay voluntad y no hay éxito posible sin esfuerzo.

Así “ese esfuerzo inicial por algo que nos conviene, que es necesario, aunque no nos guste, constituye la fase más costosa y ardua de la formación de la voluntad, que no es otra cosa que la repetición de actos positivos sin escatimar esfuerzos”.

La voluntad necesita motivación, de esa inspiración que mueve a conseguir sus ideales. Es la inspiración la que permite levantarse ante el fracaso y salir adelante ante los infortunios, la que alienta a trazar nuevos rumbos y metas más ambiciosas.

Una imbatible motivación es la madre de las rutinas, es la que permite a las ideas florecer. La voluntad acompañada de la motivación, generan la persistencia necesaria para llegar al destino deseado. De ahí que “más hace el que quiere que el que puede”.

SILENCIOSAMENTE                              

El refrán “dime con quién andas y te diré quién eres” juega un papel sobresaliente en el ámbito del efecto mariposa, pues las personas que seleccionamos como acompañantes en el viaje de la vida, en mucho nos determinan.

El camino equivocado, en infinidad de ocasiones, comienza con las malas amistades, estas pueden cambiar para mal a la mismísima existencia.  

La convivencia con otras personas puede ensalzar la vida o destruirla, enriquecerla o corromperla, pues “el que con lobos anda a aullar se enseña”, de aquí que, en una misma familia, pueda existir un hijo que se enfoca en su desarrollo personal, porque su grupo de amigos son positivos y de buenas costumbres, y que otro hijo -con la misma educación familiar- pueda andar en malos pasos, porque su grupo de referencia (“amigos”) en esos caminos andan. Aquellos con quienes convivimos pueden provocar en nosotros silenciosos cambios o desvíos, los cuales suceden imperceptiblemente.

Si “triunfar” en los ideales y propósitos es el resultado de hábitos acumulados y del tiempo compartido con otras personas; “fracasar”, también lo es.

CAUSAS Y EFECTOS

El descubrimiento de Lorenz invita a reflexionar sobre esas pequeñas desviaciones que pueden hacer que una persona equivoque totalmente el rumbo, de ahí la necesidad de estar muy atentos ante lo aparentemente insignificante, de esas costumbre y hábitos que nacen minúsculos y que luego pueden llegar a definir toda una vida (inclusive a toda una sociedad), estemos alertas en lo que hacemos, teniendo también presente que las causas y los efectos suelen estar distanciados en el tiempo y en el espacio.

Programa Emprendedor 

Tec de Monterrey

cgutierrez@itesm.mx