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Pesa ‘rol familiar’ en economía del país
En México el 90 a 92% de las empresas son familiares, aunque el 70% de ellas no pasa a una segunda generación, y del restante 30% que lo logra, pasa a la tercera generación sólo un 12 ó 15%, indicó José Ángel Vásquez Villalpando.
El director del Centro de Empresas Familiares de la Universidad de Monterrey, quien impartió a socios de Coparmex Coahuila Sureste la conferencia “Sucesión en la empresa familiar, ¿Desde Cuándo?, dijo que en México hay empresas familiares a todo nivel.
Asimismo, caracteriza a estas empresas que una o más familias son guardianes del patrimonio y solidifican capital social para transmitirlo a la siguiente generación.
En estas empresas es muy importante conocer lo que sucede internamente, las propiedades y las interrelaciones preexistentes.
Cuatro, dijo, son las etapas de una empresa familiar: formación de la empresa, ingresos de familiares, trabajo en conjunto y traspaso de estafeta.
Los principales problemas de este tipo de empresas son los conflictos familiares, además de la falta de preparación de la siguiente generación y su poco involucramiento en el negocio, y otra cuando el dueño no se quiere retirar.
Usualmente la viabilidad de estas empresas es de 5 a 6 años al no contar con las bases sólidas de la primera generación.
Sin embargo, también dejó en claro que no todo es responsabilidad de los jóvenes, pues también los fundadores deben capacitar a la siguiente generación e inyectarles un sentido de pertenencia y amor al negocio, además de los conocimientos técnicos y valores.
A nivel mundial hay empresas que tienen hasta 20 generaciones, unas de ellas ubicadas en Asia, mientras que en Latinoamérica, aunque son menos, hay empresas de hasta 7 u 8 generaciones.
DEJAR OPERACIÓN A TERCEROS
La estrategia de algunas empresas familiares es mantenerse en los Consejos de Administración, pero dejan la Dirección General a un externo. Vázquez Villalpando indicó que cuando la empresa tiene muchos dueños (como en tercera generación), lo más conveniente es una gestión externa.
“Lo conveniente es que la dirección de la empresa se ceda a un agente externo y que los miembros familiares de cada rama tenga representatividad en el consejo es lo que se usa, o se puede crear dentro de la empresa un sinnúmero de cotos de poder”. Añadió que es mejor que el consejo maneje los aspectos globales.
Conflictos con la segunda generación en empresas familiares:
> Varias cabezas toman decisiones
> No tienen misma hambre o impulso del padre
> Falla de comunicación entre el fundador y los hijos
> Dueño no quiere dejar la empresa.
Conflictos en la tercera generación:
> Se dan entre primos
> Tienen valores muy diferentes
> Intereses muy diversos
> Importante número de miembros