Tras la polémica entre regidores panistas del Ayuntamiento de Ramos Arizpe y la alcaldesa priista Lilia Flores Boardman, el edil Héctor Horacio Dávila pidió apertura para lograr consensos entre las fracciones y descartó que las denuncias presentadas sean una estrategia política para promoverse una eventual candidatura.
Dávila dijo que ellos, los panistas, fueron los primeros en buscar iniciar la planeación de la agenda del Cabildo, incluso hubo varias reuniones, pero de pronto el Ayuntamiento dejó de convocar y a la fecha no han obtenido información sobre el estado financiero.
“No sé en qué momento cambió y nunca nos volvió a hablar (la Alcaldesa), ni siquiera nos ha entregado las cuentas de cómo recibieron las finanzas del municipio, no sabemos cuál es el presupuesto. Queremos claridad, que nos den las cuentas y que se respete la Ley del municipio, el Código Municipal es claro y preciso”, señaló.
Horacio Dávila indicó que los regidores panistas están en la disposición de retomar las pláticas con el resto del Cabildo para trabajar en beneficio de los coahuilenses, pero exigió que se les respete y se les tome en cuenta para la organización de las sesiones.
Aseveró que no puede haber un “municipio de facto o una sola autoridad”.