Esta semana un alumno universitario me comentó: “¿Por qué las mujeres son tan complicadas?” Y le pedí que me explicara el por qué pensaba eso y me dijo: “El fin de semana pasado cumplí años y mi novia y un grupo de amigos fuimos a un antro. Al terminar mi novia me dijo que no me molestara, que iba a tomar un Uber para ir a su casa y que me quedara con mis amigos. Le dije que estaba bien. Pero a los 10 minutos reflexioné y le dije que me gustaría acompañarla en el Uber a su casa y usaría el mismo para que me llevara a casa. Pero me contestó enojada que NO. Y me dijo: ‘¿Cómo era posible que la dejara irse sola a su casa?’ Pero le dije que me gustaría acompañarla. Y respondió más disgustada: ‘Ya no se vale. Lo pensaste demasiado. Debiste en ese momento que te lo dije dicho que me acompañarías.’ Y se fue sola a su casa. ¿Por qué son tan rencorosas?

¿Por qué el hombre no puede cambiar de opinión o reflexionar y retractarse?”. La respuesta no es simple, pero podemos decir que la mujer no es complicada sino que tiene un proceso de razonamiento y un mecanismo de solución de problemas diferente al del hombre. 

La neurociencia nos dice que el cerebro de la mujer tiene más materia gris (son las dendritas de las neuronas que se encargan de conectar con otras neuronas y se ramifican) en las áreas emocionales cómo el cíngulo anterior, la amígdala y el lóbulo frontal del cerebro. En un estudio realizado por el doctor Else Quest, en el año 2012, descubrió que la mujer tiene más emociones negativas que el hombre, como sentirse más culpable, vergüenza, miedo o tristeza. Emociones muy similares en el hombre y en la mujer, pero según algunos estudios cerebrales, como el PET o SPECT, encuentran zonas más emocionales en la mujer que en el hombre. Pero ¿por qué la mujer usa más las emociones negativas?

Psicólogos expertos en procesos emocionales de la mujer afirman que la mujer tiene una conducta llamada proceso cognitivo rumiante. ¿Qué significa? Hay algunos mamíferos herbívoros clasificados como rumiantes como la vaca, la oveja, el búfalo y el reno, entre otros. El acto de rumiar consiste en la regurgitación del alimento para poder remasticarlo. En otras palabras, pasamos el alimento al estómago, pero existe un reflejo que lo regresa nuevamente a la boca para volverlo a masticar. Rumear emocionalmente consiste en un pensamiento repetitivo y recurrente de emociones negativas. Las psicólogas americanas Yulia Chentsova-Dutton y Jeanne L. Tsai afirman que la mujer –pero hay muchas excepciones– reaccionan con emociones más negativas ante experiencias desagradables, por ejemplo: la mujer reacciona con mayor tristeza ante películas desoladas. En cambio, el hombre reacciona con mayor felicidad ante películas divertidas. 

Para resumir, la mujer no es más complicada que el hombre sino que vive con mayor intensidad sus emociones que el hombre. La teoría de la inteligencia emocional tiene una capacidad fundamental que es el control emocional. Nuestra vida está llena de situaciones fáciles y difíciles que tenemos que enfrentar, y qué mejor si lo hacemos con un cerebro saludable y con un buen equilibrio emocional. Desarrollemos en nuestros hijos esta salud emocional, primero identificando y comprendiendo sus emociones y la de los demás. En seguida darles ejemplos y estrategias para su control. Debemos ser dueños de nuestras emociones y no sus esclavos.

@JesúsAmayaGuerr