En tiempos preelectorales y electorales, lo más preocupante para los ciudadanos pensantes es ese engendro llamado “coalición”.  Los partidos se apresuran a juntar fuerzas para poder llegar al poder y miran hacia otra parte si el candidato es adicto a la opacidad.

Los ciudadanos hemos de exigirle a los paridos que detallen la plataforma ideológica y la agenda de gobierno a la que se van a comprometer. ¿Qué tienen en común el PRI y el Verde, y el PAN y el PRD?, porque la sobreventa de expectativas es la primer arma de  un estafador.

Con mucha frecuencia, esos engendros de dos o más partidos sin principios, sin plataforma ideológica demostrada con una trayectoria sólida. Sin plantear una agenda acompañada con un compromiso verdadero, acaban siendo un fraude económico, político y moral para quienes el ciudadano es el medio utilizado, no el que dicen servir.

Los partidos han mostrado total irresponsabilidad tanto al elegir, como al  vigilar el desempeño de su candidato una vez que  ejerce el cargo público.

No basta con que un partido político se deslinde de las malas acciones de sus candidatos que hizo llegar al poder.  Ha de demostrar que está con el pueblo.  Primero tiene que investigar antecedentes personales, académicos, profesionales y los resultados en cada puesto de trabajo  de cada aspirante a un cargo público.  

Mucho debe hacerse para sacar dinero de la política y regresarlo a la población mediante una buena fiscalización de recursos.   Al ciudadano se le aplica una fiscalización rigurosa.  A los partidos políticos en cambio, se les permite una opacidad total.  Ah y las franquicias de los “partidos” de mentiritas que salen cada vez que hay campañas y dinero.

Todo eso mientras hay 60 millones de habitantes mexicanos en espera de cubrir sus necesidades básicas y el dinero público se va en costosas campañas y en mantener aparatos políticos que cuestan demasiado.

    ¡Decídete a ser feliz hoy!        

   @_A_lfonsina