Si sabes de alguien que venda una videocasetera en buen estado –y a buen precio- para reproducir películas en el sistema Beta, por favor házmelo saber. Sucede que pido algunas películas a The Movie Circle, y me contestan que sólo las tienen en formato Beta, y que me cuesta tanto más cuánto pasarlas a DVD. Y ese tanto no es tantito, y ese cuánto es muy cuantioso.
Una de la películas por las que pagué casi su precio en oro fue “Village of the damned” (en español, creo recordar, “Pueblo embrujado”), una obra maestra que tiene un pie puesto en el género del suspenso o el terror, y el otro en lo que una vez se llamó ciencia ficción. Su argumento está basado en la novela “The Midwich Cuckoos”, de John Wyndham. Según su trama, en un pequeño y tranquilo pueblo rural de Inglaterra sucede cierto día un fenómeno inquietante: todas las mujeres en edad de concebir, solteras y casadas, y hasta vírgenes, quedan embarazadas el mismo día. Su embarazo, según después se sabe, no es resultado de gustos pasados, sino obra de una civilización extraterrestre que desea apoderarse del planeta Tierra poniendo en él ejemplares con apariencia humana, pero dueños de los poderes destructivos de aquella civilización.
Hecha con recursos muy limitados, en blanco y negro todavía -aunque filmada en 1960, cuando el technicolor estaba ya en su apogeo-, la película es una joya, tanto por la magistral dirección de Wolf Rilla como por las perfectas actuaciones de George Sanders, Bárbara Shelley y un grupo de hermosísimos chiquillos y chiquillas, con aire de angelitos a quienes siente uno ganas de matar.
Inglaterra. George Sanders nació en San Petersburgo, de padres ingleses que volvieron apresuradamente a su país cuando sintieron los primeros barruntos de la revolución rusa. Actor de teatro, a los 30 años fue adoptado por Hollywood, que le labró la imagen de un gentleman elegante, calculador y cínico. Esas bien cultivadas cualidades le hicieron ganar un Óscar en la categoría de mejor actor secundario, y lo llevaron a casarse cuatro veces. Una de sus esposas fue la picosísima Zsa Zsa Gabor, aquélla que decía: “Soy una mujer conservadora: cada vez que me divorcio conservo la casa; conservo el coche; conservo la cuenta del banco...”. Otra de las esposas del actor fue Marge Gabor, hermana de Zsa Zsa... Cosas de familia.
George Sanders tuvo un triste final. En 1972 su cuerpo fue encontrado en un hotel de Barcelona. Se suicidó consumiendo un frasco de píldoras para dormir. Junto a su cadáver estaba un recado en el cual Sanders manifestaba que había decidido privarse de la vida porque se aburría mucho.
“Village of the damned” es un film sumamente original, llena de virtuosismo en la actuación, en la fotografía, en los efectos especiales y en la dirección. En 1995 Hollywood hizo un remake de la película, en colores, que ni siquiera merece llamarse nueva versión de la primera. El protagonista fue el guapísimo pero inexpresivo -e infortunado también- Christopher Reeve. El venenoso crítico Jim Craddock hizo una irónica alusión a los ojos de los niños, que en la versión inglesa se iluminaban con una espectral y amenazante luz cuando los muchachillos iban a cometer alguna acción perversa. En la copia hollywoodense, escribió Craddock, esos ojos no son de extraterrestres, sino de niños terrícolas que han jugado demasiado al Nintendo.