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¿Qué es la sucesión de Fibonacci?, la fórmula matemática que está presente en la naturaleza
La verdad es que por mucho que nos disguste las matemáticas nos acompañan en muchos momentos de nuestra vida, desde el crecimiento de una flor hasta la explosión de un motor, pasando por el diseño de una bóveda o una escalera de caracol.
Hay una frase que puede que quizás hayas escuchado mucho pero que realmente cueste creer: “el universo entero se puede explicar con las matemáticas”. Es cierto que los números están presentes en nuestro día a día, pero ver la naturaleza a través de ellos resulta complicado. Sin embargo, el ejemplo más claro para entender esta afirmación es la sucesión de Fibonacci. Esta ecuación, muy sencilla en esencia, ha sido capaz de traspasar el firmamento y llegar al universo.
Leonardo de Pisa fue un matemático italiano conocido como hijo de Boanccio o Fibonacci. La fórmula la describió como una solución a un problema de cría de conejos. Aunque no fue invención suya, ya que estaba descrita en textos matemáticos hindúes, fue él quien la relacionó con la naturaleza.
¿Cómo es la fórmula de Fibonacci?
La sucesión de Fibonacci tiene múltiples aplicaciones en informática y buena parte de la fascinación que suscita se debe a que su proporción se manifiesta también en la naturaleza, como en la disposición de las ramas en los árboles, en la de las hojas en los tallos y en el crecimiento en espiral de las conchas de los caracoles, entre otros. Se relaciona también con la proporción áurea o número phi, por lo que también es utilizada en círculos esotéricos.
La fórmula es muy sencilla de aplicar. Se representa como F(n+1). Consiste en sumar en una sucesión de números que comienza con 0 y 1 los dos números anteriores para hallar el segundo. Es decir:
0+1= 1
1+1=2
1+2=3
2+3=5
3+5=8
8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377, 610, 987, 1.597, 2.584, 4.181, y así hasta el infinito
Curiosamente, esta fórmula también se aproxima al número áureo, que sirve para dibujar la espiral áurea, también muy presente en la naturaleza. Algunos ejemplos de dónde podemos encontrarla son:
Todo nació por un par de conejos
Fibonacci se preguntó qué pasaría si una pareja de conejos están preparados para procrear al mes de existencia y que den a luz a una nueva pareja tras un mes de gestación, esta pareja también sería de macho y hembra, y a su vez daría un nuevo par de conejos al mes y así sucesivamente. ¿Cuántas parejas habrá al cabo de un año? Bueno para que no se pongan a hacer las sumas, en esas condiciones ideales, al cabo de un año, habría 144 parejas de conejos.
En el caso de las abejas, el zángano de un panal, nace del huevo no fertilizado de la reina, luego tiene una madre, pero no tiene padre, ya que la reina, es la única que puede poner huevos, pero las obreras nacen del huevo fertilizado por un macho. Tienen, por tanto, padre y madre. El árbol familiar de un zángano queda como sigue: tiene 1 madre, 2 abuelos (macho y hembra), 3 bisabuelos (dos de la familia de la abuela y uno de la del abuelo), 5 tatarabuelos, 8 tataratatarabuelos… por lo que, el árbol genealógico del zángano es una sucesión de Fibonacci.
La concha de un Nautilus
Esta es una especie marina de molusco que posee una concha en su exterior para protegerse de depredadores, su concha es el resultado de una espiral formada por las áreas de cuadrado de la sucesión Fibonacci.
Además también podemos encontrar esta configuración en las semillas de girasol, en el número de pétalos de las flores, en la forma en que crecen el brócoli y la coliflor, incluso las hojas del tallo de muchos árboles siguen este orden, como lo son los manzanos y los plataneros, las escamas de una piña, la relación entre la altura del ser humano y la altura de su ombligo, la relación entre la distancia del hombro a los dedos y la distancia del codo a los dedos o la relación entre las articulaciones de las manos y los pies, la relación entre la altura de la cadera y la altura de la rodilla, la relación entre las divisiones vertebrales, además, los brazos en espiral de las galaxias y huracanes también se acomodan según los números de Fibonacci.
Es impresionante la cantidad de lugares y fenómenos en los que se encuentra la sucesión Fibonacci, la próxima vez que mires algún fenómeno o estructura, quizás lo que ves es la sucesión de número de Fibonacci.
Con información de ABC, OK Diario y Noticias Universia