¿Qué nos pasa?

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¿Qué nos pasa?

Debo confesar que cuando vi por primera vez la nota pensé que se trataba de una de las tantas fake news que circulan de manera indiscriminada a través de las redes sociales; pero no, es real: Napoleón Gómez Urrutia, a mayores señas líder sempiterno del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares, integra la lista de candidatos a senadores de la República por la vía plurinominal, gracias al gentil patrocinio de “ya sabes quién”. 

Meses atrás el señor de apellido López hizo guiños a Napo, al declarar que de resultar electo (ahora sí) presidente de México generaría las condiciones necesarias para asegurar el regreso del dirigente a esta Patria. “Que pueda estar en México representando a los trabajadores mineros”, dijo en Zacatecas el eterno aspirante a ocupar la principal silla de Palacio Nacional. 

El pasado domingo, Morena aprobó sus candidaturas y el nombre del neoleonés salió de inmediato a relucir en la lista de los “pluris”. Por supuesto, las reacciones no se hicieron esperar; Tirios y Troyanos criticaron ácidamente la mencionada postulación al considerar los antecedentes del hoy candidato a Senador. Incluso, la estratega electoral de AMLO, Tatiana Clouthier, se dijo sorprendida con la decisión. Al respecto, Pepe Meade, recién ungido candidato a la presidencia por la coalición Todos por México, dijo –palabras más, palabras menos– que el partido del “Peje” quiere llevar al país hacia atrás, cuando incluye a criminales en su lista plurinominal. Por su parte, el “Bronco” Jaime Rodríguez y Margarita Zavala hicieron lo propio al calificar de desafortunada –por decir lo menos – la designación de Gómez Urrutia como candidato al Senado. Ni tardo, ni perezoso, Andrés Manuel saltó a la palestra para defender a Napo y aseguró –usando los adjetivos de costumbre – que el líder minero es un perseguido del “régimen corrupto” y la “mafia en el poder”. 

Si bien, no existe impedimento legal para que el personaje de marras acceda a la referida candidatura, éste no goza de una muy buena reputación que digamos; de ahí que su nominación y posible arribo al legislativo son altamente cuestionados. Recordemos que desde el año 2006, Gómez Urrutia fue acusado por operaciones con recursos de procedencia ilícita, al disponer de la friolera de 55 millones de dólares que correspondían a un fideicomiso minero. Desde entonces, el ahora simpatizante del partido de “la esperanza de México” tiene una vida de lujos y excesos a lado de su familia en tierras canadienses, donde se encuentra en exilio. Por si esto fuera poco, en 2014 la Policía Internacional Criminal (Interpol) emitió una ficha roja en contra del mencionado dirigente, por la presunta comisión del delito de fraude en contra de sus agremiados.  

Aquí en confianza, el repentino interés del señor López por rescatar del exilio al líder minero alcanza para toda suerte de conjeturas. Se dice que Gómez Urrutia ha sido uno de los principales mecenas del tabasqueño; por lo que, para devolverle la copa, el candidato presidencial promueve su regreso al terruño arropado por el bendito manto del fuero constitucional. Además, en contraprestación, AMLO recibiría al menos 200 mil votos por parte de los simpatizantes “napistas” en las próximas elecciones. Indudablemente, éste es un negocio redondo para las huestes de Morena y sus aliados. 

El que se quedó como el “chinito” (nomás milando) fue el “Viejo del Sombrerón”, Armando Guadiana Tijerina, quien, por andar marchando con los “dignos”, no logró colarse en la lista de plurinominales de su partido; por lo que tendrá que gastar suela (y algo más) en las campañas, para conseguir el anhelado escaño senatorial. 

En 1986 un programa de televisión –cuya principal característica era la crítica social, a través del humor y la sátira–  escapaba de la censura propia de la época. Con la dirección y actuación del comediante mexicano Héctor Suárez (a quien reconozco por su aportación a las artes en México y no por sus escándalos mediáticos), la emisión rápidamente se colocó en el gusto del público y logró altos niveles de audiencia.  Seguramente hoy, ante la postulación de Napoleón Gómez Urrutia como candidato a Senador de la República por la vía plurinominal, entrañables personajes tales como “El no hay”, “Doña Zoila” y “El Flanagan” gritarían a todo pulmón: ¿Qué nos pasa? Ahí se los dejo para la reflexión. 

@Ivo_Garza