Real y verdaderamente.

Los mejores tipos de productos son aquellos que se comen con regularidad, ya que los disfrutan y se lo pueden permitir.
La mayoría de los americanos viven en un época y lugar con abundancia de alimentos. La abundancia nos ha dado el lujo de ser exigentes con la comida. Esto puede ser una buena cosa, pero también puede dar lugar a la preocupación innecesaria en relación con cada bocado que comemos, con la idea de que cada bocado tiene que añadir superpotentes nutrientes para ayudar a mejorar.

En pocas palabras, las frutas y los vegetales son buenos para su salud.

Coma una variedad de colores, incluyendo el blanco. Usted probablemente ha escuchado que hay que comer productos de color intenso, que es una buena recomendación, pero puede ser demasiado exclusivo. Patatas, ajo, cebolla, coliflor, champiñones, jengibre, plátanos y peras son todos productos blancos que proporcionan nutrientes, agua, fibra, y una gran variedad de sabores.

La espinaca y la col rizada son más oscuras, y más densas en nutrientes que la lechuga iceberg, pero si usted está buscando un crujido en su sándwich, no se sienta mal sobre el uso de la lechuga iceberg en su lugar.

Prepare sus alimentos de las formas más variadas. Esto añade una mayor variedad culinaria e interés a su dieta. A veces, para algunos, una verdura cocinada es más apetitosa, o también más respetuosa con su presupuesto, que una cruda. En esos casos, las hortalizas cocinadas, congeladas, secas, o en conserva, son una excelente elección.
Alimentos cocinados

A veces, las frutas y verduras cocinadas tienen creada una mala reputación desde ese movimiento a favor de los alimentos crudos. Esa moda de los productos crudos puede haber influido para que muchos crean que lo crudo es mejor. Pero, aunque lo crudo es bueno, no siempre es lo mejor. En algunos casos, el cocinar algunos alimentos realmente hace que algunos de sus nutrientes, como el licopeno fitoquímico y vitaminas solubles en grasa, estén más biodisponibles, es decir, los nutrientes estén más accesibles y fáciles de asimilar para su cuerpo y para el uso en la comida.

Calentar en el microondas, al vapor, freír o saltear, son las mejores opciones para reducir al mínimo la pérdida de vitaminas C y B y los fenoles. Las vitaminas A y B, y el ácido fólico también se ven afectados por la cocción. Pero hervir, asar, hornear, y asar en la parrilla, no afectan a los valores de los nutrientes de manera suficiente como para tenerlo en cuenta. Bajar el fuego durante menos tiempo es ideal. Como regla general, el objetivo es dejar un poco crujientes o al 'dente' las verduras, después del proceso de cocinarlas, para la mejor calidad de sus nutrientes.

Productos agrícolas enlatados

Los alimentos enlatados se cocinan a altas temperaturas para matar a los microorganismos potencialmente dañinos. La vitamina C se reduce en este proceso, pero se puede añadir de nuevo como conservante en la forma de ácido ascórbico. Los alimentos enlatados en realidad retienen un alto valor nutritivo. Y, como un bono adicional, puede ofrecer ahorros de costes en comparación con sus homólogos congelados y frescos.

Si usted tiene presión arterial alta y es sensible al sodio, asegúrese de enjuagar esas conservas vegetales para reducir la cantidad de sodio a casi la mitad, y tener en cuenta que la mayoría de sodio en nuestra dieta no viene de los alimentos enlatados, sino de las comidas rápidas y carnes preparadas. Además, elija frutas en conserva en almíbar ligero, o cien por cien en jugo de fruta, para evitar grandes cantidades de azúcar.

Frutos secos

Los nutrientes de los frutos secos se concentran tanto como el agua que se pierde. Los frutos secos puede ser una excelente fuente de muchos nutrientes, como potasio y fibra. Es importante tener en cuenta que la energía se concentra también en los frutos secos por lo que es más alto en calorías por medida de volumen. Una taza de pasas de uva es más alta en calorías que 1 taza de uvas. En tamaños y porciones adecuadas, los frutos secos son una opción muy saludable con un valor duradero.

Alimentos congelados

Los productos congelados conserva gran parte de su valor nutritivo, ya que son congelados rápidamente después de la cosecha, lo que preserva los productos inmediatamente. A menudo, los productos congelados se blanquean antes de la congelación, o son cocidos muy rápido en agua caliente y luego se enfrían con igual rapidez, para detener la actividad enzimática en el producto, y que afectaría de forma natural en el sabor, nutrientes y calidad en el tiempo. El blanqueo afectará a los nutrientes al igual que cocinarlos, pero la congelación hará que los preserves. En realidad, no es raro que los productos congelados tengan un mayor valor nutritivo que los productos frescos, que han envejecido almacenados después de la cosecha.

Aunque los productos congelados pueden ser más caros, en realidad pueden ser menos costosos debido a que se desperdicia o se deteriora menos en el largo plazo. La fruta congelada, si se mantiene a bajas temperaturas puede almacenarse hasta un año, y muchos vegetales hasta 18 meses.

Productos frescos

Los productos frescos son deliciosos y nutritivos, pero hay que comerlos rápidamente, almacenarlos de manera apropiada, y preservarlos, si no se van a consumir de inmediato. Con el tiempo, los productos agrícolas incrementan la pérdida de vitaminas B y C, incluso sin cocinar. La calidad de las verduras frescas, y de todos los productos agrícolas, dependen de la ubicación, la calidad del suelo, el tiempo de cosecha, y la cantidad de tiempo que esté almacenada.

En resumen

Todas las formas de los alimentos son válidas; es decir, de todas las formas en las que se consuman contribuyen a su salud y bienestar. Todo el mundo puede beneficiarse de añadir más productos agrícolas a sus platos o platillos, con el objetivo de llenar la mitad de sus comidas con frutas y verduras. Haga selecciones que se adapten a su gusto, presupuesto, y habilidades de preparar esos alimentos, y den un pequeño paso con regularidad para probar algo nuevo que añada más variedad a su dieta.