La carretera Reynosa-Monterrey regresa al terror por amenazas y encuentros con la delincuencia organizada. 

En camino para cruzar la frontera en dirección a McAllen, familias regias que viajaron este pasado fin de semana por la autopista a Reynosa han relatado sus encuentros con el crímen, secuestros, robos de autos y de dinero, algunos de los cuales se han llevado a cabo a plena luz del día.

Uno de los primeros casos relatados es de una pareja que fue interceptada por un comando, apróximadamente a las 4 de la tarde a algunos kilómetros antes de llegar a Reynosa.

El vehículo fue cerrado por otra camioneta, de donde se apearon cuatro hombres con armas largas, quienes procedieron a robar su vehículo, carteras, celulares y dinero en efectivo para luego llevarselos contra su voluntad.

La pareja fue amenazada por casi hora y media, de que no denunciaran o los matarían, para luego dejarlos abandonados en la carretera. Las víctimas caminaron durante más de una hora hasta una ranchería, donde pidieron ayuda para contactar a sus familiares.

Algunas horas antes de este ataque, a 20 kilómetros antes de la caseta de cobro por la Autopista de Reynosa hacia Nuevo León, una familia comenzó a ser seguida por dos camionetas con hombres armados. En el momento en que se dieron cuenta comenzaron la huída.

Durante el escape, la familia tuvo que brincar la cuneta central que divide los sentidos y circular en contra, luego de percatarse que una de las camionetas lanzó ponchallantas sobre la vía.

En su huída en contra, la familia destruyó una pluma de la caseta de cobro para seguir avanzando y lograr escapar de los delincuentes.

Iban de compras y les quitan el dinero
Ese mismo viernes, otra pareja joven en dirección a McAllen reportó un robo de efectivo en el centro de Reynosa, kilómetros antes de llegar al Puente Internacional Hidalgo.

Un vehículo se acercó al de la pareja y personas que declararon ser Zetas, les ordenaron que frenaran más adelante en una tienda, quitandoles efectivo y carteras, dejandolos ir bajo condición de que cruzarn la frontera y no denunciaran. 

De nuevo en dirección a McAllen, dos residentes de San Pedro, Nuevo León fueron asaltadas. 

Al tomar el bulevar que los dirigía al puente Anzaldúas, en Reynosa un vehículo se cerró a la camioneta en que viajaban. Hombres con armas largas se acercaron y las obligaron a bajar, junto con el chofer que conducía la camioneta.

Encañonándolas, les quitaron dinero, teléfonos y la camioneta, pero les dejaron sus documentos, incluyendo pasaporte y visa. 

Tras el robo, las mujeres y el chofer caminaron hasta la caseta de cobro del puente donde les prestaron teléfonos para reportar lo ocurrido a sus familiares.

Cruzaron a McAllen y allá esperaron a su familia, quienes las trajeron de vuelta a Monterrey.

Con información del Noreste