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Riesgos de comer
Una investigación reciente confirma lo que los expertos no se cansan de repetir: “comer sano es fundamental para mantener un corazón saludable”. Se trata de un estudio que analiza el vínculo entre los hábitos alimenticios y la incidencia de infartos, realizado en 52 países. Los resultados muestran que lo que uno come, en cualquier parte del mundo, es importante para la salud cardiovascular.
De hecho, los investigadores encontraron que los efectos protectores de las frutas y verduras, y los daños de las frituras, la sal y las carnes rojas, se repiten en las diferentes regiones del planeta.
Los expertos estudiaron a 5 mil 761 pacientes que habían sufrido un infarto, y que habían sido atendidos en diferentes centros hospitalarios del planeta; luego compararon su estado de salud con el de 10 mil 646 personas que no presentaban ninguna enfermedad cardiovascular.
Los investigadores encontraron un ‘patrón de ‘riesgo dietético’ al agrupar a los alimentos relacionados con un mayor riesgo cardiovascular y, en función de ese riesgo identificaron tres patrones alimentarios:
1. El ‘patrón oriental’ (alto en vegetales, en tofú y en otros derivados de la soya)
2. El ‘patrón occidental’ (con abundantes carnes rojas, fritos y alimentos enlatados)
3. El ‘patrón mediterráneo’ (con un consumo habitual de frutas y verduras)
Un mal universal
Los resultados del estudio mostraron que consumir una alimentación poco saludable influye considerablemente en las posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
Por ejemplo, el consumo elevado del patrón de ‘dieta occidental’ se asociaba a un aumento de 35 por ciento en el riesgo de padecer un ataque cardíaco, mientras que la ingesta habitual del ‘patrón mediterráneo’ se relacionaba con una reducción de 30 por ciento de ese mismo riesgo.
Los investigadores no encontraron ninguna asociación entre la ‘dieta oriental’ y las posibilidades de sufrir un infarto.
Según los datos, mientras que el efecto de algunos ingredientes era protector, el de otros (como el alto contenido de sodio) resultaba claramente nocivo.
“Nuestro trabajo sugiere que aumentar el consumo de frutas y verduras, y reducir la ingesta de frituras, carnes y productos salados, podría reducir el riesgo de infarto de miocardio en todas las regiones del mundo”, señaló el doctor James Hill, director del estudio y nutriólogo de la Universidad de Colorado (EU).
Diario de nutrición
Una de las mejores maneras de entender el sobrepeso es llevar un diario, y ser honesto con lo que se anota en el mismo (en nada le ayuda si a usted se le olvida anotar que se comió un chocolate).
“Usted cree que la gente sabe lo que come, pero no es así, dice el doctor Hill. “De hecho, llevar un diario lo obliga a uno a observar lo que está haciendo con su vida”.
En este estudio los científicos encontraron que aquellos que llevan un diario de lo que comen, suelen ser los más comprometidos con la pérdida de peso. “No solamente porque ven lo que están ingiriendo, sino también porque identifican las áreas problema de su nutrición”, dice el psicólogo Víctor Stevens.
Este otro estudio incluyó a mil 700 personas, 90 por ciento de las cuales eran obesas y el resto excedidas de peso. “Llevar un diario me permitió bajar de 92 a 68 kilogramos” asegura uno de los participantes.
“Yo era la clásica dietista del ‘baja y sube’ (el efecto yo-yo): perdía cinco kilos y luego aumentaba ocho. Era frustrante y decepcionante hasta que empecé a anotar cada pizca de comida que ingería.
“Fue muy sorprendente para mí ver lo inconsciente que era de lo que estaba comiendo”, dice esta participante.
Su principal llamada a recapacitar, vino de las tortas gigantes de huevo y queso que desayunaba cada mañana (600 calorías de una sentada). Ahora, su desayuno consiste en un cereal con fruta y leche, o un sándwich de jamón y queso blanco con jugo de naranja.
Debilidades del fin de semana
Cuando investigadores en la Universidad de Washington, en San Luis, le dieron seguimiento a los hábitos de alimentación y ejercicio de 480 adultos entre las edades de 50 a 60 años, descubrieron algunas tendencias fascinantes en la pérdida y ganancia de peso.
Ninguno de los participantes era obeso cuando empezó el estudio, pero algunos fueron clasificados como ‘excedidos de peso’.
Los participantes se dividieron en tres grupos. Uno redujo la ingesta de calorías en 20 por ciento, el segundo incrementó la actividad física en 20 por ciento y el tercero no hizo nada de esto.
A los tres se les dio seguimiento durante un año, a través del cual eran pesados a intervalos regulares.
Los investigadores notaron que ‘los fines de semana era la caída’, debido a que en esos días los participantes ingerían más calorías. Todos los grupos ingerían más calorías los sábados y domingos.
Los resultados fueron contrastantes: los dietistas dejaron de perder peso los fines de semana, y los ejercitantes ganaron peso.
Para romper con esa rutina los investigadores sugieren que usted se pese diariamente a fin de que esté enterado/a de lo que le sucede a su cuerpo. Si va a ir a una fiesta u otro evento donde habrá comida calórica, coma algo saludable de antemano para que no tenga hambre cuando comiencen a servir las botanas. Y ponga atención a la cantidad de lo que come, ya que de lo contrario podría excederse.
(De la revista On Health)