Río apesta por contaminación

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Río apesta por contaminación

Foto: AP
Son varias lagunas las que están contaminadas con aguas fecales y de basura, incluso algunas que están junto al Parque Olímpico

RÍO DE JANEIRO.- El hedor sube inmediatamente cuando Mario Moscatelli sumerge el remo hasta el fondo de una de las lagunas de Río de Janeiro, la ciudad sede de los Juegos Olímpicos.

“Esta agua está completamente contaminada”, explica el biólogo brasileño mientras avanza con su lancha por la Laguna de Tijuca, no muy lejos de donde está ubicado el Parque Olímpico.

Contaminada está también la vecina Laguna de Jacarepaguá, a unos pocos cientos de metros de las instalaciones olímpicas, agrega Moscatelli. “De aguas fecales y de basura”, explica.

La polución alcanza también a la Bahía de Guanabara, en la que se disputarán las competencias de vela durante los Juegos que empiezan el próximo viernes 5 de agosto.

Los problemas medioambientales son uno de los lastres más antiguos para Río, una ciudad que prometía ser el escenario natural perfecto para la principal cita deportiva del globo. La geografía montañosa y verde a orillas del Atlántico hacen de la metrópoli carioca desde hace décadas uno de motivos postales más bellos del mundo.

La Bahía de Guanabara y la Laguna Rodrigo Freitas, donde habrá competiciones de remo durante los Juegos, son conocidas sin embargo también por las imágenes de miles de peces muertos que aparecen de tiempo en tiempo flotando en sus aguas.

En la bahía se puede ver por lo general todo tipo de basura a la deriva. Y en la Laguna de Tijuca, Moscatelli muestra un sofá medio sumergido en el agua, muy cerca de una de las favelas de la ciudad, Rio das Pedras.

La contaminación del litoral de Río es consencuencia del crecimiento desordenado de la ciudad y de la falta de planificación urbana para el tratamiento de aguas servidas.

Después de la elección de Río como sede olímpica en 2009, Brasil prometió un saneamiento de hasta un 80 por ciento de la Bahía de Guanabara. “Fue la promesa incumplida más flagrante”, reclamaba estos días el diario “O Globo”.

A la bahía fluyen a diario el equivalente a 93 piscinas olímpicas de aguas fecales procedentes de las regiones aledañas a Río, una metrópoli de 6.5 millones de habitantes. Se estima que actualmente sólo un 50 por ciento de esas aguas son tratadas.