Una carrera deportiva llena de triunfos y glorias en los emparrillados permiten hoy a Robertony García Perera, “Totoy”, ser el primer Lobo de la Universidad Autónoma de Coahuila en ingresar al Salón de la Fama del Futbol Americano en México, distinción que lo coloca entre la élite nacional del deporte de las tackleadas.
“El mejor safety en su tiempo y hoy la Historia del Futbol Americano lo reconoce como uno de los mejores profundos del País”, escribió Victor Manuel Pérez Ocampo “Heisman”, Vicepresidente de la Zona Norte del Salón de la Fama del Futbol Americano en México e Historiador y Cronista del Futbol Americano en el Norte del País, quien propuso a García Perera como aspirante a ser uno de los inmortales y, gracias a sus logros, lo consiguió.
García Perera respaldó su candidatura gracias a una serie de logros que fue forjando bajo el mandato del legendario coach Jorge Castro, jugando para La Jauría de 1996 al 2000.
En su primera temporada, “Toty” fue reconocido como Novato del Año gracias a una gran campaña en la que dejó ver su calidad como defensivo dentro del emparrillado, lo cual continuaría demostrando en cada partido a lo largo de su carrera.
Fue nombrado el Mejor Back Defensivo durante los años de 1997, 1998 y 1999; destacando en el 98, Mejor Safety de la ONEFA, al ser uno de los jugadores clave de la defensiva de Lobos que determinó el campeonato de esa campaña.
Además, como líder de intercepciones de la Conferencia Nacional y en la Categoría de los 10 Grandes, fue Seleccionado Nacional en 1998 y 1999.
Todo esto y muchas cosas más hicieron de Robertony García un candidato sólido al Salón de la Fama del Futbol Americano en México y ahora uno de sus miembros.
“No te la crees cuando te dicen que estás con los mejores de México. Es difícil creerlo, verte en ese grupo, porque sabes que estás en una élite muy especial”, dijo Robertony García.
De la mano del deporte
Desde los 9 años de edad, Robertony García comenzó a jugar Futbol Americano en Piedras Negras, logrando un bicampeonato en la Categoría Ardillas de la AFAINC con el Club Venados en 1984-1985; aunque su deporte en realidad era el basquetbol, dijo, el cual lo llevó a jugar un año para los Tigres de la UANL en su etapa juvenil.
Nunca dejó de practicar ninguna de estas disciplinas. “Se combinaron muy bien los 2 deportes de mi vida, me dieron mucha fuerza, velocidad y habilidades que me sirvieron el uno para el otro”, dijó.
La experiencia en territorio neoleonés no fue la esperada para “Totoy”, por lo que decidió regresar a la Frontera Blanca, donde jugó con el equipo de Comanches, donde siguió demostrando ser un atleta nato. “En un juego contra Lobos en Piedras Negras, el coach Mario Mancillas (de Lobos juvenil en esa época) se acercó conmigo y me invitó a un try out”.
Sin tomar muy en serio la invitación, la misma gente del Futbol Americano en Piedras Negras lo obligó a subirse al camión para ir a probarse a Saltillo.
“Qué onda, está el try out en Saltillo, cómo que no quieres ir’, pues esque el Futbol Americano no es lo mío, lo mío es el basquetbol... me obligaron, me compraron el boleto de camión, me fueron a dejar a la Central de Autobuses y cuando llegué a Saltillo, habían adelantado el entranamiento, eran sólo 2 semanas de try out y me metieron al quinto equipo, habíamos como 111 jugadores probándonos”, recordó.
Sin embargo, sus habilidades destacaron y logró tomar el lugar de Safety en el primer equipo, “también me vio el entrenador de basquetbol y me preguntó, ‘¿puedes jugar los 2?’, y yo encantado”, comentó.
