Foto: Archivo
57 años tenía Adolfo Don Juan Baray

Saltillo.- No hubo explicación y quizá no la habrá, pues en soledad, procurando no despertar a su esposa, Adolfo tomó la decisión de cortar con su existencia, sumándose a la cifra de suicidios que han azotado la ciudad en lo que va del año. 

Eran casi la 01:00 horas de ayer cuando la cónyuge de Adolfo Don Juan Baray, de 57 años, llegó a su hogar en la calle José Rosas Moreno, de la colonia Satélite Sur, extrañándose por no ser recibida por nadie. 

Una por una revisó las habitaciones, sin que hubiera rastros de su esposo, y sus gritos llamándolo fueron en vano, pues no hubo respuesta más que el silencio que reinaba en el hogar, hasta que llegó al patio trasero. 

El alivio de ver la silueta de Adolfo pronto pasó al terror, pues el hombre pendía de la protección de una ventana, con un cable de luz amarrado al cuello, por lo que la mujer procedió a descolgarlo. 

Los gritos y el llanto provocaron el desconcierto de los vecinos, quienes salieron de sus camas y llamaron a las autoridades al oír que la desconsolada fémina pedía una ambulancia o ayuda de cualquier lado. 

La Unidad M1354 de la Policía Municipal llegó a la par que los paramédicos de la Cruz Roja, quienes sólo pudieron confirmar la muerte de Adolfo debido a la asfixia, dando paso a que el Ministerio Público fuera informado. 

Peritos de la PGJE y elementos del Ministerio Público de la Unidad de Investigación de Homicidios se presentaron para tomar conocimiento de los hechos, descubriendo que el suicida no había dejado mensaje póstumo. 

Tras levantar toda la evidencia, el cuerpo de Adolfo fue enviado al Semefo, para que la necropsia determinara las causas exactas de la muerte, un suicidio más al que las investigaciones darán trámite a la brevedad.