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Saltillo se pintó de colores en 2017
Contrario a la opinión popular, Saltillo sí tiene muchos espacios para las exposiciones de arte. Y aunque decidir si fueron buenas o no, queda a criterio del público y de los críticos. Con más de 70 exposiciones de muy diversa índole, magnitud y presencia, el 2017 fue un año muy activo para las artes visuales en la ciudad.
Algunos recintos locales mantuvieron su presencia gracias a estas exposiciones, otros experimentaron con lo que podían ofrecer y crecieron en el ámbito cultural local, mientras que otros pasaron desapercibidos o fueron disminuyendo su actividad.
Este es un recuento de lo que los recintos culturales de Saltillo dieron al público local. No se trata de una lista que numere las mejores y peores propuestas, sólo es un compendio de los eventos en la ciudad sin un orden específico y sin entrar en detalles sobre cada exhibición.
Tres recintos para una sola muestra
“¿Actuamos como caballeros… o como lo que somos?” fue, sin duda, la más ambiciosa de todas las muestras que vimos este año. Utilizó el espacio galerístico de los tres recintos a cargo del Instituto Municipal de Cultura, el Centro Cultural Teatro García Carrillo, la Casa Purcell y el Museo Rubén Herrera y, de julio a noviembre ofreció a los saltillenses un recorrido por la historia del humor en el ámbito del espectáculo mexicano, partiendo de las pastorelas medievales, por las zarzuelas hasta el cine y la televisión en la época de oro y las propuestas más contemporáneas.
Otras exposiciones en estos recintos también destacaron. En Casa Purcell, la fotógrafa Vida Yovanovich, quien ofreció un taller a artistas locales en noviembre de 2017, expuso piezas de la serie que armó luego de internarse en un reclusorio femenil y compartir su vida con la de las mujeres de ahí dentro.
También se presentaron dos propuestas diferentes relacionadas con el mundo de la moda. La primera de Miriam Medrez, quien fusionó el diseño con la poesía y la segunda de Adriana Villalpando, cuyo interés radica en marcar las instancias donde el cuerpo femenino es convertido en objeto de consumo.
El Teatro García Carrillo, por su parte, se encargó de levantar la cortina en el proceso artístico y mostrar la forma en que los creativos de Saltillo trabajan, cómo llevan a la concepción sus ideas a objetos.
La primera bienal de autorretrato
Gestionada también por el IMCS, este certamen convocó a artistas de toda la república para, en nombre del pintor Rubén Herrera, darle promoción, difusión y visibilidad a este medio de expresión tan introspectivo y recuperar a su vez la importancia de la práctica de la pintura de caballete.
Con 126 participantes, 27 seleccionados para la muestra que se realizó en el Museo Rubén Herrera y un sólo ganador de 120 mil pesos, se posicionó como un importante paso para colocar a Saltillo en el panorama nacional del arte, aunque no sucedió sin controversia.
Naturalmente, aquellos que no fueron seleccionados expresaron su inconformidad sobre la decisión del jurado y aprovecharon la oportunidad cuando Miriam Káiser, promotora cultural con más de cuatro décadas de experiencia y una de los miembros del mismo, ofreció una charla sobre profesionalización del arte en el mismo Museo Rubén Herrera, para sacar a relucir el tema y desviar la conversación hacia una discusión sobre el fallo.
Kim, una propuesta de corta duración
Ubicado en Pérez Treviño, entre Bravo y Rayón, el Café Kim Arte y Bazar nació como una idea de Víctor Palomo y su pareja, Cynthia Rodríguez, con la que pretendieron ofrecer una alternativa de espacio cultural a la comunidad de la ciudad.
Del 13 de mayo al 31 de octubre, además de ofrecer un menú sencillo el recinto fue sede de diversas actividades, entre ellas charlas, lecturas, presentaciones de libros, un homenaje a Jesús Valdez, y, por supuesto, exposiciones.
Inauguraron con una colectiva que incluyó a artistas locales, presentaron el trabajo de fotografía digital de Clauzzia Gómez y apoyaron a los artistas antes mencionados, los que no fueron aceptados en la Bienal de Autorretrato, con una exposición que les otorgó un espacio para dar a conocer lo que los jueces del certamen rechazaron.
Casa República, variedad cultural
Con un año de presencia en Saltillo, la casa alberga varios negocios. Xoco, salón boutique; la marca de Alejandra Villasana, diseñadora de modas; Morris, concept store con accesorios y ropa exclusiva para hombres; además es sede de eventos sociales y, lo que compete a este artículo, Blanco Galería.
Desde sus inicios, en septiembre de 2016, la galería ha presentado tres exposiciones en total. La primera fue “Estética”, realizada en colaboración con la galería de la Ciudad de México Distrito 14 y Fair Entrepreneur, proyecto para la justa comercialización del arte. Después continuó su presencia con “Along The Line” y culminó con “Más que un ?&#*@] desierto”, la primera gestionada enteramente por la casa y en la cual participaron los artistas coahuilenses —o que han hecho la mayor de su carrera en la entidad—, Miguel Canseco, Daniel Alcalá, Ana Gómez, Román Eguía y Carlos Vielma, la cual estará expuesta hasta febrero del 2018.
El despunte de Estudio Lomelí
Con poco más de un año de vida, nació como una propuesta independiente, un espacio para la interacción entre artistas, el apoyo a su producción y la difusión y promoción del mismo, pero poco a poco Estudio Lomelí fue expandiendo sus horizontes y posicionándose como un importante foco para la comunidad artística local.
Sin embargo, la galería se inauguró el pasado 31 de julio con la exposición de Vinicio Fabila, uno de los socios, “Almacenar y conservar”, donde exploró la idea del tupperware como contenedor fabricado en serie. Posteriormente se celebró la Black Bone Flash Night en donde, además de crear un estudio de tatuaje temporal, se exhibieron los diseños creados por artistas de todo el país para ser puestos sobre la piel de los asistentes.
Continuaron con “Dinámicas del hábitat” de Jerónimo Valdés, artista urbano y culminaron con la muestra de gráfica del lagunero Norberto Treviño “Revelación al márgen”.
Sin embargo, durante este último semestre, también fueron sede del primer Drink n’ Draw de la ciudad, espacio para interacción entre ilustradores, presentaron la edición de la revista Pola con colaboraciones de escritores saltillenses, ofrecieron talleres para la profesionalización del artista y cerraron sus actividades con una venta de arte.
El Cerdo de Babel, siempre presente
Geroca se presentó dos veces en este año. Además de su muestra anual, aún presente en las paredes del bar. Además fue sede de exhibiciones de artistas emergentes como Rafael Ortega, Karla Rangel y Carlos Mirón, de la tradicional muestra anual, que este año cumplió 12 años de realizarse. Volvió un recurrente como Alejandro Cerecero, y el Cerdo se engalanó con la exposición “El lenguaje de los Pájaros” de Omar Árcega, quien recientemente expuso en la ciduad de Londres.
También fue sede de varias presentaciones de libros, cortometrajes y documentales además de que recuperó los permisos para utilizar parte del callejón de Ocampo como una pequeña terraza para sus comensales.
La decadencia de Albricci
Inaugurada en noviembre del 2015, la Galería Albricci prometía ser el espacio necesario para que el mercado del arte comenzara a crecer de manera más profesional y seria en Saltillo. Era la primera propuesta para crear, no un museo ni una galería de exposiciones, sino un recinto de venta de piezas de arte.
Sin embargo, la cantidad y calidad de las exposiciones que este espacio ofrece al público ha ido disminuyendo, favoreciendo, aparte de propuestas más pequeñas, al bar que ocupa su segundo piso, el cual, al principio, sólo era un café pero que con el tiempo ha ido acaparando más y más terreno en la vieja casa de la calle de Allende.
Las últimas de sus propuestas han pasado sin pena ni gloria, las invitaciones a las inauguraciones de las mismas han llegado tarde, si es que llegan y solo queda la expectativa de lo que nos traerá con 2018.
El patrimonio sacro rescatado por la SEC
El último año de la primera administración de la lic. Ana Sofía García Camil de la Secretaría de Cultura concentró parte de sus esfuerzos en rescatar y difundir el patrimonio religioso del estado. Con las exposiciones “Ex votos de Parras” y “Los pilares de la fe”, en la Galería de la SEC, se mostró la importancia del patrimonio de arte sacro que existe en la entidad. En la primera, exposición itinerante que por fin llegó a Saltillo, se exhibieron los ex votos creados para el Santo Madero, en Parras de la Fuente; mientras que en la segunda las piezas fueron recolectadas de varias capillas y templos de Saltillo y Ramos Arizpe, presentando la cantidad de obra de tal naturaleza que existe aquí y que es necesario conservar.
También, durante el primer semestre de 2017, la galería fue sede de la exposición con los ganadores del Concurso Nacional de Fotografía Los Derechos Humanos 2017, cuya ganadora, Jennifer Abril Rojas, se llevó 100 mil pesos.
Banco Purcell, variadas y estancada
Oficialmente llamado Recinto del Patrimonio Cultural Universitario, el Banco Purcel ofreció una amplia variedad de propuestas artísticas en sus galerías de exposiciones temporales. Desde el trabajo final de los alumnos por egresar de la Escuela de Artes Plásticas, hasta el producto de artistas que colaboraron con trabajadores del papel amate en San Pablito, Puebla y, por supuesto, exhibiciones individuales de artistas emergentes.
Sin embargo, durante un año más, la exposición permanente, que incluye obras de estudiantes de la Academia de San Carlos y de algunos grandes pintores mexicanos, continuó sin mayor alteración en su recorrido y lo que en él se puede apreciar.
La presencia de la UA de C en su territorio
El Banco Purcell no es el único espacio que tiene la Universidad Autónoma de Coahuila para exponer obra de artistas. El lobby de la Infoteca Central Unidad Saltillo también estuvo activo, aunque la ubicación de la galería no permitió que las obras de las damas pintoras que ahí expusieron fueran apreciadas por más personas que los mismos alumnos de Camporredondo.
Algo similar sucedió con las exposiciones en la Galería de la Escuela de Artes en Arteaga, que a pesar de tener obra de nombres como José Luis Cuevas, fuera de la inauguración, no tuvieron mayor público que el de su alumnado.
Las pequeñas propuestas
Las galerías de la Casa de la Cultura, de la Escuela de Ciencias Sociales y del Centro Cultural Vito Alessio Robles tampoco se quedaron atrás y le dieron oportunidad a que artistas jóvenes, emergentes y estudiantes presentaran su trabajo ante el público saltillense.
La Facultad de Comunicación expuso la obra fotográfica de sus alumnos al final de ambos semestres, la última vez en Ciencias Sociales y la primera en la Casa de la Cultura, donde también se presentó Isidoro Maximiliano.