La inversión extranjera directa en Estados Unidos se desplomó un 32 por ciento en 2017 respecto al año anterior y totalizó 259,600 millones de dólares, según informó hoy la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio.

La cifra representa la segunda caída anual consecutiva tras alcanzar un pico máximo en 2015, cuando los inversores desembolsaron 439,500 millones de dólares en el país.

La caída es parte de una tendencia mundial, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) difundido en abril, que indicó que la inversión extranjera directa cayó el año pasado un 18 por ciento a nivel mundial.

"Los altos niveles (de inversión) en 2015 y 2016 se deben en parte a una reestructuración financiera y corporativa, pero también es probable que la posibilidad de una reforma impositiva (en Estados Unidos) redujera los incentivos para involucrarse en este tipo de transacciones en 2017", precisó el organismo.