CDMX.- Por cada contenedor que cae en manos del crimen organizado, las empresas pierden entre 500 a 600 millones de pesos, afirmó el presidente de la Comisión de Transporte de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Miguel Elizalde.

Dijo que entre los productos que son las principales presas de la delincuencia figuran artículos que fácilmente se comercializan en el mercado negro, que son transportados en contenedores de ferrocarriles.
Por ejemplo, alimentos, bebidas, productos electrónicos, ropa, acero, chatarra, varilla, material de construcción, entre otros.

Elizalde comentó que se percibió que el robo a ferrocarriles se incrementó en el último trimestre del año pasado.

Recordó que, de acuerdo con la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), el robo de camiones y mercancía aumentó 50% en 2016, siendo las entidades más peligrosas el Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Querétaro y Veracruz.

Por rutas, bajó un poco el robo en el Bajío, Guanajuato y Querétaro, pero subió en las carreteras de Puebla.

Lo que se ha visto es que el robo está ligado a los lugares donde hay un mayor crecimiento económico, es decir, que los delincuentes actúan en donde hay gran movimiento de mercancía.

Por ello “donde hay mayor actividad económica e inversión debería haber mayor seguridad”, afirmó, además de que se requiere mayor coordinación con la autoridad local.

Las bandas de delincuentes son más sofisticadas que antes, y se debe tomar en cuenta esta situación para tener estrategias integrales que frenen el problema.

Lo que se detecta es que se roba en una entidad un camión con un contenedor, y posteriormente la mercancía aparece en un estado, y en otra entidad el vehículo.

En los robos a ferrocarril, los delincuentes esperan a que el tren haga paradas para robarse el contenedor o saquearlo. Ponen trabas para frenar el tren o buscan cualquier otro método. 

Las terribles consecuencias
> Todo esto provoca que las pólizas de seguros de la mercancía y de los camiones hayan subido hasta 200%, aunque depende del tipo de mercancía y de empresa, por lo que predomina la incertidumbre.